La Vida no es "linda" (1)
Tomado del blog: "En pos del Fuego Primordial"
Escrito por: Raúl Pastor Galvez
La vida no es 'linda' como dicen los simplones de la movida de masas. Ella es agón: lucha contra las formas del mal y de la muerte. En tiempos como estos, los optimistas nos jugamos ( de intención y de concreción, de palabra y de obra, en teoría y en praxis): por una razón de lo histórico como trance compartido, por una racionalidad crítica pero comprometida, tecno-científica pero no instrumentalizadora, y por una evolución de la especie humana que no suponga la extinción de las demás, por un desarrollo dialogado desde la diversidad y el desacuerdo, y por un perfeccionamiento en libertad.Escrito por: Raúl Pastor Galvez
Actuamos, bajo riesgo responsable, desde la fragilidad, la fugacidad, la futilidad y la falibilidad de la condición humana, con las víctimas dolientes de la explotación, de la colonización, del exilio y la exclusión, y contra la muerte, las formas iletrada y no ilustrada de la ignorancia, y el miedo oclusivo o represivo instaurado por los genocidas disfrazados de "democracias constitucionales", de "dictaduras salvadoras" o de "profetas mesiánicos". Peleamos por el cambio de relaciones entre el paisano y sus recursos. Peleamos para que el producto del trabajo no le sea enajenado al trabajador y para que nada impida al ciudadano ir por un mundo de todos. Peleamos con los hombres a favor del hombre y de lo que queda de la naturaleza. Peleamos contra las transnacionales, los imperialismos y sus secuaces locales.
El único imperativo permisible es enfrentar la injuria, la impiedad y la injusticia que defienden con virulencia los terroristas de Estado en nombre de una noción de progreso, de modernidad y de prosperidad impuesta y compulsiva, que nadie quiere ni a la buena ni a la mala porque ya conocemos cómo empieza y cómo termina. Nadie tiene derecho a ejercer la tutela pública o privada sobre otro si este no la pide, nadie tiene derecho a justificar lo que se hace tras la treta de un paternalismo que limita la libertad. Hay rodando demasiado horror para sacarnos del presunto error de oponernos a la demagogia de los vendedores de veneno.
Mientras removemos las barreras que impiden que el mundo sea humano, es imprescindible el máximo de igualdad para resolver las contradicciones fundamentales, sorteando las contingencias y las tendencias nefastas del momento. Se trata de ver el cuadro completo de la sociedad en la dinámica de su devenir sin perder de vista las emociones, los pareceres y las decisiones de los demás. La cuantificación del rendimiento, de la utilidad y del rédito no están por encima de las gentes. Rompamos los parámetros de esta pseudo-modernidad tardía, teóricamente exhausta, y prácticamente imposible, que pugnan por concretar los Pizarro y los Alvarado de antes, los Fitzcarraldo y los Romero de hace poco y, por supuesto, los Fujimori y los García, los Del Castillo y los Gonzáles Posada, los Simon y los Mulder, y otros felipillos, capaces de racionalizar el estropicio pontificando de sus muertos, que lo están porque los mandaron a disparar a sus hermanos en los bosque, en los socavones y en las plazas.
El mundo que veo no es el mundo verdadero, apenas es la imagen persistente de un mundo que se resiste a desaparecer. El mundo verdadero es el que podría ser si fuéramos capaces de remover lo que haga falta.
Labels: homologacion docente, raul pastor galvez
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