Crisis alimentaria y energética : consumo, demanda y clima
Por Facundo Bazán
Dada la inercia consumista creada por el mercado capitalista, ciertos sectores del mundo pretenden comer más de lo que producen quienes no comen; lo que no significa que todos coman, sino que hay una presión cada vez mayor en la demanda de los sectores con mayor capacidad para el consumo, y una creciente insatisfacción de la demanda de los que no tienen capacidad para pagar por consumo.
Por otro lado, dado el creciente interés en inversiones financieras en los mercados de bienes, precisamente ahora que suben los precios, está impulsando más la irregularidad de los precios, mostrando una relación mayor entre el precio de los cereales y el de la energía. De hecho, con petróleo rondando los 100 dólares el barril, estas son muy malas noticias para los más pobres, aunque gente como Alan García, Presidente del Perú, pretenda con el TLC con USA realizar el milagro que un país como México, productivamente mayor, no ha podido ni podrá, para evitar efectos "tan dramáticos" como la triplicación del precio del trigo, y la casi duplicación del precio del arroz desde 2000, concluye el informe.
La expansión de los biocombustibles podría alzar los precios a más de la mitad para el cercano 2010, y aumentar los costes de las semillas para aceite en casi la mitad para el 2020, y con los subsidios que conceden a estas industrias en los países del primer mundo actuando como un impuesto para los pobres del tercer mundo, el Instituto Internacional de Investigación en Políticas de Alimentos, prevé que los precios podrían dispararse durante años, no sólo por la disminución de las áreas dedicadas a la agricultura para consumo, sino por los desastres que el cambio climático provoca en relación a la privación de agua de riego y consumo humano, de erosión y desertificación, incendios, inundaciones y tormentas de destrucción incalculable.
El hundimiento, a su nivel más bajo, desde los años 80’s, en las reservas mundiales de cereales, necesarias para combatir las hambrunas en el mundo, reflejado en el descenso de las reservas de almacenamiento de los últimos seis años, no puede continuar, dijo Von Braun, autor de "Situación de la Comida en el Mundo", para el Grupo Consultivo de Investigación Agrícola Internacional. Varios países latinoamericanos, como México, por ejemplo, han experimentado ya revueltas sociales provocadas por el alza de los precios de la comida, añadió
Una mayor inversión en tecnologías de conservación de aguas y de agricultura adecuada al nicho ecológico para el consumo de granos en mercados locales, y una red de refrigeración y almacenamiento previsor de largo alcance para el bienestar social y no para la ganancia y la plusvalía supondría una más robusta red de instituciones populares con poder suficiente para brindarle apoyo a los más necesitados, terminando con los tótems comerciales y financieras con los que los países colonialistas hegemonizan y dominan a los colonializados, neocolonializados, semicolonizados o recolonizados.
Por otro lado, dado el creciente interés en inversiones financieras en los mercados de bienes, precisamente ahora que suben los precios, está impulsando más la irregularidad de los precios, mostrando una relación mayor entre el precio de los cereales y el de la energía. De hecho, con petróleo rondando los 100 dólares el barril, estas son muy malas noticias para los más pobres, aunque gente como Alan García, Presidente del Perú, pretenda con el TLC con USA realizar el milagro que un país como México, productivamente mayor, no ha podido ni podrá, para evitar efectos "tan dramáticos" como la triplicación del precio del trigo, y la casi duplicación del precio del arroz desde 2000, concluye el informe.
La expansión de los biocombustibles podría alzar los precios a más de la mitad para el cercano 2010, y aumentar los costes de las semillas para aceite en casi la mitad para el 2020, y con los subsidios que conceden a estas industrias en los países del primer mundo actuando como un impuesto para los pobres del tercer mundo, el Instituto Internacional de Investigación en Políticas de Alimentos, prevé que los precios podrían dispararse durante años, no sólo por la disminución de las áreas dedicadas a la agricultura para consumo, sino por los desastres que el cambio climático provoca en relación a la privación de agua de riego y consumo humano, de erosión y desertificación, incendios, inundaciones y tormentas de destrucción incalculable.
El hundimiento, a su nivel más bajo, desde los años 80’s, en las reservas mundiales de cereales, necesarias para combatir las hambrunas en el mundo, reflejado en el descenso de las reservas de almacenamiento de los últimos seis años, no puede continuar, dijo Von Braun, autor de "Situación de la Comida en el Mundo", para el Grupo Consultivo de Investigación Agrícola Internacional. Varios países latinoamericanos, como México, por ejemplo, han experimentado ya revueltas sociales provocadas por el alza de los precios de la comida, añadió
Una mayor inversión en tecnologías de conservación de aguas y de agricultura adecuada al nicho ecológico para el consumo de granos en mercados locales, y una red de refrigeración y almacenamiento previsor de largo alcance para el bienestar social y no para la ganancia y la plusvalía supondría una más robusta red de instituciones populares con poder suficiente para brindarle apoyo a los más necesitados, terminando con los tótems comerciales y financieras con los que los países colonialistas hegemonizan y dominan a los colonializados, neocolonializados, semicolonizados o recolonizados.
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