ENTREVISTA A DALE WEN: "CHINA NECESITA UN SOCIALISMO ECOLÓGICO"
ENTREVISTA A DALE WEN: "CHINA NECESITA UN SOCIALISMO ECOLÓGICO"
por Walden Bello
por Walden Bello
"China Copes with Globalization : a Mixed Review", de Dale Wen (miembro del International Forum on Globalization, publicado por el Foro Internacional sobre la Globalización) es probablemente la mejor introducción integral a los impactos ambientales y sociales de la vertiginosa industrialización china disponible en inglés. Basado tanto en fuentes chinas como no chinas, analiza las políticas económicas de China desde Mao hasta la dirección actual, discute las consecuencias de la política económica de la época de la reforma de 1978-92, examina la globalización de la economía desde 1992, e investiga las voces alternativas de la escena china, entre ellos el movimiento ambientalista y la "Nueva izquierda".
WB: ¿Qué tan grave es la crisis ambiental en China?
DW: Es sumamente grave : la llanura norte pierde anualmente 1.5 metros de napa freática, y siendo que produce el 40 % del grano, es imperioso preguntarse cómo se alimentará China luego.
WB: ¿Cuáles son los tres problemas ambientales más graves que enfrenta China hoy?
DW: La escasez de agua y su contaminación, la desertificación y la degradación del suelo, y el calentamiento global y la crisis energética que se avecina.
WB: ¿Qué papel juegan las empresas multinacionales occidentales en la actual crisis ambiental?
DW: Es sumamente grave : la llanura norte pierde anualmente 1.5 metros de napa freática, y siendo que produce el 40 % del grano, es imperioso preguntarse cómo se alimentará China luego.
WB: ¿Cuáles son los tres problemas ambientales más graves que enfrenta China hoy?
DW: La escasez de agua y su contaminación, la desertificación y la degradación del suelo, y el calentamiento global y la crisis energética que se avecina.
WB: ¿Qué papel juegan las empresas multinacionales occidentales en la actual crisis ambiental?
DW: Aprovechando la extraña demora china en la aplicación de leyes ambientales, numerosas transnacionales trasladaron sus fábricas más contaminantes, creando o exacerbando graves problemas ambientales. Por ejemplo, los deltas de los ríos Perla y Yangtze, Zonas Económicas Especiales, acogen la mayoría de las filiales transnacionales y presentan graves índices de contaminación por metales pesados y contaminantes orgánicos persistentes.
WB: ¿Qué piensa sobre que algunos informes, por ejemplo, en LA Times, del 26 de noviembre de 2006, indican que el gobierno permitirá plantar arroz transgénico ?
DW: El gobierno se mueve lentamente –lo más pronto que habría una decisión sería en dos años. Hay tiempo para el debate. Comprendo que el gobierno chino invirtió mucho dinero en tecnología transgénica y está buscando desesperadamente soluciones mágicas para la crisis rural. Pero tomando en cuenta la experiencia de la pasada Revolución Verde, deberíamos aprender que la tecnología por sí sola no alcanza a resolver los problemas sociales, y que algunas veces puede ser incluso contraproducente.
WB: Hay quienes afirman que el problema es el capitalismo. ¿Está de acuerdo?
DW: El capitalismo es sin duda un factor que contribuye enormemente y que tenemos que abordar. Pero no es el único factor. No olvidemos que la antigua Unión Soviética también tenía un historial de comportamiento ambiental deprimente. Las fuerzas progresistas deben promover una visión crítica del desarrollismo para abordar la crisis ambiental.
WB: ¿La solución de la crisis ambiental china depende de su democratización?
DW: Con el tipo de democracia representativa que existe en los países occidentales, los poderosos siempre pueden externalizar el costo ambiental a quienes no tienen voz. El enfoque norteamericano de "en mi patio trasero no" traslada la devastación ambiental a los pobres o a las colonias. Una democracia tipo EEUU no ayudaría a solucionar la crisis ambiental China. Una democracia verdaderamente participativa puede ayudar, si las víctimas de la destrucción ecológica tuvieran voz. Incluso, las democracias sociales de Europa del norte que tienen un mejor modelo participativo, pero que están basadas en un modelo maltusiano no podría ser un referente válido para China. China tendrá que desarrollar su propio sistema político inclusivo acorde con su historia y cultura. La dirección actual de "sociedad armoniosa" y "desarrollo sostenible" es un buen comienzo aunque aún sea necesario profundizar en los detalles de estas fórmulas.
WB: Los ambientalistas occidentales critican a los chinos por reproducir los estilos de vida occidentales que producen graves impactos sobre el medioambiente. ¿Qué puede decirnos?DW: No obstante que los ambientalistas occidentales resultarían más convincentes si pusieran a crítica los estilos de vida de sus propios países, esa crítica es en general acertada, ya que la rápida adopción de los estilos occidentales promovidos por las elites chinas es una triste realidad. Mas no olvidemos que los gobiernos occidentales, los medios de comunicación e incluso algunas ONG’s promovieron agresivamente esa mentalidad considerándola base de una democracia occidental..
WB: ¿Qué opina la "Nueva izquierda" de China sobre el medioambiente? ¿Tiene un programa de reglamentación ambiental? ¿Cuáles son los temas claves de su programa?
DW: El concepto "Nueva izquierda" de China refiere a cualquier que esté contra la ortodoxia neoliberal, por tanto no existe todavía opinión unificada sobre el medioambiente. Algunos teóricos, como Wang Hui, Huang Ping y Wen Tiejun, escribieron mucho contra el desarrollismo, participando activamente de los movimientos verdes emergentes en China. Otros asumen, sin embargo, que una vez se hayan resuelto los problemas de la igualdad, los problemas ambientales se solucionarán automáticamente. No estoy de acuerdo con ello. La combinación de perspectivas verdes y rojas será un desafío para la "Nueva Izquierda" de China y de otras partes del mundo.
WB: China es el segundo mayor emisor de gases de efecto invernadero del mundo. ¿Debería China acatar los límites obligatorios de emisiones de gases de efecto invernadero en virtud de un nuevo Protocolo de Kioto?
DW: Creo que en el marco de un nuevo Protocolo de Kioto se deberían asignar las cuotas de emisión de gases de efecto invernadero sobre una base igualitaria per capita, y todos los países deberían estar sujetos a esos límites obligatorios en virtud de un sistema de topes y comercio de carbono. Si bien se puede objetar que ese tipo de programas premia la sobrepoblación de los países en los países en desarrollo, no debemos olvidar que la asignación actual de cuotas según las emisiones previas premia a los grandes emisores (es decir a los países desarrollados) que son los que generaron el problema del calentamiento global. Se podría plantear una solución de compromiso, en la cual usemos las cifras de población actuales o las de 1990 para establecer las cuotas, y después un sistema de cuotas iguales per capita, buscando desalentar tanto el crecimiento de la población como la emisión de gases de efecto invernadero.
Otro tema es que –en esta época de corporaciones transnacionales- las fronteras de los Estados- Nacionales se han desdibujado. Por ejemplo, si se tala un bosque en Indonesia para suministrar madera a las fábricas chinas establecidas por compañías estadounidenses y los productos terminados se exportan para disfrute de consumidores occidentales, ¿quién es responsable por la emisión de gases en ese proceso? Yo creo que los consumidores finales deben cargar con la responsabilidad mayor.
WB: James Lovelock, ambientalista de Gaia Fame, ha promovido la energía nuclear como estrategia para contrarrestar el calentamiento global. ¿Considera que la energía nuclear debería formar parte de un programa alternativo en China?
DW: No sé lo suficiente sobre las ventajas y desventajas de la energía nuclear como para contestar esta pregunta en forma directa. Pero creo que existen muchas tecnologías probadas, ambientalmente aptas, rentables y menos polémicas a disposición –que incluyen la eficiencia energética, la energía eólica, los digestores de biogás (utilizando desechos animales/vegetales y restos agrícolas), las cocinas solares, los calentadores solares, etc. Y China es el líder mundial en algunas de esas tecnologías (por ejemplo, los digestores de biogás y los calentadores solares). Espero que todas estas tecnologías probadas y seguras sean una parte importante del programa de energía alternativa de China antes de tener que depender de la energía nuclear.
WB: ¿Cuál es su opinión sobre el movimiento ambientalista en China? ¿Qué tan independientes son los ambientalistas del gobierno? ¿Qué tan eficaces son?
DW: El movimiento ambientalista tiene en China un gran potencial pero enfrenta un gran desafío. La mayoría son bastante independientes del gobierno chino, pero no de sus donantes occidentales –ni financieramente ni ideológicamente-. Para no limitar su eficacia y su credibilidad debieran salir de su angosto concepción de clase media para llegar a la opinión pública masiva.
W.B: ¿Cuál es su propuesta ecológica y económica alternativa para China?
WB: ¿Qué piensa sobre que algunos informes, por ejemplo, en LA Times, del 26 de noviembre de 2006, indican que el gobierno permitirá plantar arroz transgénico ?
DW: El gobierno se mueve lentamente –lo más pronto que habría una decisión sería en dos años. Hay tiempo para el debate. Comprendo que el gobierno chino invirtió mucho dinero en tecnología transgénica y está buscando desesperadamente soluciones mágicas para la crisis rural. Pero tomando en cuenta la experiencia de la pasada Revolución Verde, deberíamos aprender que la tecnología por sí sola no alcanza a resolver los problemas sociales, y que algunas veces puede ser incluso contraproducente.
WB: Hay quienes afirman que el problema es el capitalismo. ¿Está de acuerdo?
DW: El capitalismo es sin duda un factor que contribuye enormemente y que tenemos que abordar. Pero no es el único factor. No olvidemos que la antigua Unión Soviética también tenía un historial de comportamiento ambiental deprimente. Las fuerzas progresistas deben promover una visión crítica del desarrollismo para abordar la crisis ambiental.
WB: ¿La solución de la crisis ambiental china depende de su democratización?
DW: Con el tipo de democracia representativa que existe en los países occidentales, los poderosos siempre pueden externalizar el costo ambiental a quienes no tienen voz. El enfoque norteamericano de "en mi patio trasero no" traslada la devastación ambiental a los pobres o a las colonias. Una democracia tipo EEUU no ayudaría a solucionar la crisis ambiental China. Una democracia verdaderamente participativa puede ayudar, si las víctimas de la destrucción ecológica tuvieran voz. Incluso, las democracias sociales de Europa del norte que tienen un mejor modelo participativo, pero que están basadas en un modelo maltusiano no podría ser un referente válido para China. China tendrá que desarrollar su propio sistema político inclusivo acorde con su historia y cultura. La dirección actual de "sociedad armoniosa" y "desarrollo sostenible" es un buen comienzo aunque aún sea necesario profundizar en los detalles de estas fórmulas.
WB: Los ambientalistas occidentales critican a los chinos por reproducir los estilos de vida occidentales que producen graves impactos sobre el medioambiente. ¿Qué puede decirnos?DW: No obstante que los ambientalistas occidentales resultarían más convincentes si pusieran a crítica los estilos de vida de sus propios países, esa crítica es en general acertada, ya que la rápida adopción de los estilos occidentales promovidos por las elites chinas es una triste realidad. Mas no olvidemos que los gobiernos occidentales, los medios de comunicación e incluso algunas ONG’s promovieron agresivamente esa mentalidad considerándola base de una democracia occidental..
WB: ¿Qué opina la "Nueva izquierda" de China sobre el medioambiente? ¿Tiene un programa de reglamentación ambiental? ¿Cuáles son los temas claves de su programa?
DW: El concepto "Nueva izquierda" de China refiere a cualquier que esté contra la ortodoxia neoliberal, por tanto no existe todavía opinión unificada sobre el medioambiente. Algunos teóricos, como Wang Hui, Huang Ping y Wen Tiejun, escribieron mucho contra el desarrollismo, participando activamente de los movimientos verdes emergentes en China. Otros asumen, sin embargo, que una vez se hayan resuelto los problemas de la igualdad, los problemas ambientales se solucionarán automáticamente. No estoy de acuerdo con ello. La combinación de perspectivas verdes y rojas será un desafío para la "Nueva Izquierda" de China y de otras partes del mundo.
WB: China es el segundo mayor emisor de gases de efecto invernadero del mundo. ¿Debería China acatar los límites obligatorios de emisiones de gases de efecto invernadero en virtud de un nuevo Protocolo de Kioto?
DW: Creo que en el marco de un nuevo Protocolo de Kioto se deberían asignar las cuotas de emisión de gases de efecto invernadero sobre una base igualitaria per capita, y todos los países deberían estar sujetos a esos límites obligatorios en virtud de un sistema de topes y comercio de carbono. Si bien se puede objetar que ese tipo de programas premia la sobrepoblación de los países en los países en desarrollo, no debemos olvidar que la asignación actual de cuotas según las emisiones previas premia a los grandes emisores (es decir a los países desarrollados) que son los que generaron el problema del calentamiento global. Se podría plantear una solución de compromiso, en la cual usemos las cifras de población actuales o las de 1990 para establecer las cuotas, y después un sistema de cuotas iguales per capita, buscando desalentar tanto el crecimiento de la población como la emisión de gases de efecto invernadero.
Otro tema es que –en esta época de corporaciones transnacionales- las fronteras de los Estados- Nacionales se han desdibujado. Por ejemplo, si se tala un bosque en Indonesia para suministrar madera a las fábricas chinas establecidas por compañías estadounidenses y los productos terminados se exportan para disfrute de consumidores occidentales, ¿quién es responsable por la emisión de gases en ese proceso? Yo creo que los consumidores finales deben cargar con la responsabilidad mayor.
WB: James Lovelock, ambientalista de Gaia Fame, ha promovido la energía nuclear como estrategia para contrarrestar el calentamiento global. ¿Considera que la energía nuclear debería formar parte de un programa alternativo en China?
DW: No sé lo suficiente sobre las ventajas y desventajas de la energía nuclear como para contestar esta pregunta en forma directa. Pero creo que existen muchas tecnologías probadas, ambientalmente aptas, rentables y menos polémicas a disposición –que incluyen la eficiencia energética, la energía eólica, los digestores de biogás (utilizando desechos animales/vegetales y restos agrícolas), las cocinas solares, los calentadores solares, etc. Y China es el líder mundial en algunas de esas tecnologías (por ejemplo, los digestores de biogás y los calentadores solares). Espero que todas estas tecnologías probadas y seguras sean una parte importante del programa de energía alternativa de China antes de tener que depender de la energía nuclear.
WB: ¿Cuál es su opinión sobre el movimiento ambientalista en China? ¿Qué tan independientes son los ambientalistas del gobierno? ¿Qué tan eficaces son?
DW: El movimiento ambientalista tiene en China un gran potencial pero enfrenta un gran desafío. La mayoría son bastante independientes del gobierno chino, pero no de sus donantes occidentales –ni financieramente ni ideológicamente-. Para no limitar su eficacia y su credibilidad debieran salir de su angosto concepción de clase media para llegar a la opinión pública masiva.
W.B: ¿Cuál es su propuesta ecológica y económica alternativa para China?
DW: Yo quisiera una alternativa que combine inspiradoramente la justicia social y la sustentabilidad ecológica en una especie de socialismo ecológico, que recupere para la izquierda progresista una esfera espiritual interreligiosa cercana a la teología de la liberación latinoamericana. El materialismo vulgar y secular no es la herramienta adecuada para combatir el fundamentalismo religioso que aumenta en el mundo. Debemos cultivar y promover una vida espiritual saludable y tolerante para forjar el camino hacia el futuro. Como afirman los indígenas Achuar en el Perú : el problema de occidente es que la gente tiene los sueños equivocados. Los pueblos indígenas y muchos pueblos con raíces en la tierra, como la parte tradicional de la cultura china todavía mantienen fuertes conexiones con la tierra y el medioambiente, que debemos aprender.
WB: Usted tiene opiniones progresistas que critican tanto al gobierno chino como al estadounidense... ¿hay más personas como usted en EEUU? ¿Considera que el gobierno chino la escucharía?
DW: Hay más gente como yo aquí, pero somos una pequeña minoría. Mi consejo para otros expatriados chinos es: "Estados Unidos no es la totalidad del mundo, la clase media es sólo una pequeña parte de la población mundial. Por eso debemos tomar contacto con la realidad, informarnos, no tomar nuestras experiencias de clase media como verdad a imponerse en China".
No sé si el gobierno chino me escucharía, pero espero que juzgue mis ideas según su contenido, independientemente de mi situación de expatriada. Y lo que es más importante, espero que escuche más a las bases. Un problema de la época de la reforma es que el gobierno escuchó demasiado a las elites tecnócratas, intelectuales y de expertos y se desconectó del pueblo trabajador. En los dos últimos años se han percibido signos positivos de que el gobierno está respondiendo más a las necesidades del pueblo. Espero que esta tendencia continúe.
WB: ¿Qué tanta confianza tiene de que China cambie de curso antes que sea demasiado tarde?
DW: No es sólo China la que debe cambiar sino también los otros países. Algunos problemas, como el calentamiento global, parecen tan graves que incluso nuestros mejores esfuerzos sólo servirán para mitigarlos pero no para erradicarlos. Estos problemas no son nuevos, hace tiempo se conocen pero fueron soslayados. Debemos esperar lo que seamos capaces de trabajar.
WB: Usted tiene opiniones progresistas que critican tanto al gobierno chino como al estadounidense... ¿hay más personas como usted en EEUU? ¿Considera que el gobierno chino la escucharía?
DW: Hay más gente como yo aquí, pero somos una pequeña minoría. Mi consejo para otros expatriados chinos es: "Estados Unidos no es la totalidad del mundo, la clase media es sólo una pequeña parte de la población mundial. Por eso debemos tomar contacto con la realidad, informarnos, no tomar nuestras experiencias de clase media como verdad a imponerse en China".
No sé si el gobierno chino me escucharía, pero espero que juzgue mis ideas según su contenido, independientemente de mi situación de expatriada. Y lo que es más importante, espero que escuche más a las bases. Un problema de la época de la reforma es que el gobierno escuchó demasiado a las elites tecnócratas, intelectuales y de expertos y se desconectó del pueblo trabajador. En los dos últimos años se han percibido signos positivos de que el gobierno está respondiendo más a las necesidades del pueblo. Espero que esta tendencia continúe.
WB: ¿Qué tanta confianza tiene de que China cambie de curso antes que sea demasiado tarde?
DW: No es sólo China la que debe cambiar sino también los otros países. Algunos problemas, como el calentamiento global, parecen tan graves que incluso nuestros mejores esfuerzos sólo servirán para mitigarlos pero no para erradicarlos. Estos problemas no son nuevos, hace tiempo se conocen pero fueron soslayados. Debemos esperar lo que seamos capaces de trabajar.
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