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Thursday, September 21, 2006

Acerca de la internacionalización de los recursos de la Amazonía

Como brasileño que soy hablaré contra la internacionalización de la Amazonia. Por más que nuestros gobiernos no la cuiden ‘debidamente’, ella es definitivamente nuestra. Como humanista que soy, sintiendo el riesgo de la degradación que sufre la Amazonía, puedo imaginar su internacionalización, pero también la de todo lo demás que hay en el mundo.

Así, si la Amazonía debe ser internacionalizada, internacionalicemos también las reservas petroleras del mundo tan importantes para el bien de la humanidad como la Amazonia. Los dueños de las reservas no tendrán ya el derecho de aumentar la extracción o su precio sin consultarnos.

De igual forma, el capital financiero de los países ricos debería internacionalizarse. Si la Amazonia es una reserva para todos los seres humanos, no debería pasar lo mismo con los fondos mundiales ? Quemar la amazonía es tan grave como el enorme desempleo que provocan las decisiones arbitrarias de los especuladores globales. Por lo tanto, no podemos permitir que las reservas financieras quemen países enteros por la pura especulación.

También, y antes que la Amazonía, me gustaría ver la internacionalización de las patentes de los medicamentos y de los inventos más importantes, o la de los grandes Museos del mundo. EL Louvre no debe ser francés solamente. Los museos son sólo los guardianes de la belleza pero no los propietarios del genio humano. No se puede dejar que esos patrimonios o el amazónico... sea manipulado y destruidos por el sólo placer de su propietario.

Las Naciones Unidas están realizando el Foro del Milenio, pero algunos tuvieron dificultades para participar debido a situaciones desagradables en la frontera de los Estados Unidos. Por eso, creo que Nueva York, como sede las Naciones Unidas, deberá ser internacionalizada, por lo menos Manhatan. De la misma manera París, Venecia, Roma, Londres, Río de Janeiro, Brasilia... cada ciudad, con su belleza especial e historia deberán internacionalizarse, como los políticos norteamericanos proponen hacerlo con las reservas forestales nuestras a cambio de la deuda.

Comencemos, pues, usando la misma lógica para todos los casos, y esa deuda para garantizar que cada niño del mundo tenga la posibilidad de comer e ir a la escuela. Internacionalicemos a los niños, tratándolos de igual manera, sin importar en qué país nacieron, y tratémoslos con tanto mayor cuidado que el que merecen los árboles de la amazonía.

Artículo publicado por Cristóbal Buarque
en New York Times y Washington Post.

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