Apuntes para la construcciónde un Bloque Socialista

Recomenzar la reflexión en el seno de la izquierda una y otra vez sólo es posible a partir del reconocimiento del cuadro de temáticas postergadas por falta de espacios comunes, de animadversiones seculares por la ausencia de interlocutores constructivos, y de indefiniciones y ambigüedades teórico-prácticas, inconsecuentes con el instrumental metodológico del socialismo científico y sus mejores tradiciones de lucha.

Confrontar el impacto que la ofensiva imperialista nos ha impreso los últimos sesenta años, en todos los órdenes, pese a los momentos de brillante contraofensiva socialista y popular, sirve para reconocer el modo en que nos hemos terminado encajonando en nichos de sobrevivencia inercial y audiencia cada vez más exiguas, cuando no prostrernándos ante formas ideo-políticas conservadoras.

Entre tanto, la destrucción social y ambiental provocada por el modelo capitalista contemporáneo, en su forma neoliberal, avanza y descansa sobre ciertas bases materiales : tecnologías de la maquinización automatizada, de los materiales inteligentes y la energía contaminante; teorías de la información lingüística, comunicacional y genética y de la computación incluso cuántica, así como de sistemas de control y programación de comportamientos automatizados para sistemas complejos integrados por máquinas, individuos y organizaciones, en escenarios abiertos.

El rol hegemónico de los agentes financieros internacionales -y sus referentes instrumentales, paradigmáticos, normativos y político-militares- determina la subordinación del trabajo respecto del capital en una escala nunca antes vista, en los órdenes de la apropiación, la producción, la certificación, la circulación y la concentración de capitales. Por tanto, el universo de contradicciones irresolutas que el sistema acumula en todos los órdenes -a manos de la dictadura omnímoda del mercado, el capital y la moneda- afecta en distintas medidas, pero inevitablemente, al cuadro general y específico en que los grupos humanos cosificados desestructuran sus relaciones.

El que los pueblos aborígenes del mundo entero vean afectadas sus posibilidades de sobrevivencia como identidades colectivas ( tanto en los güettos urbanos que los desconfiguran en un amasijo de individualidades deprimidas y de instituciones impracticables, cuanto en sus propios espacios ecológico-culturales, condenados a la irracionalidad sobreimpuesta de la división internacional del mercado, en cuyo nombre se aniquilan agua, aire, suelos, bosques, hábitats, hombres y miles de especies ) no hace sino revelarnos la urgente necesidad de articularnos -sin excusas- para asumir estas reivindicaciones alrededor de la clase obrera internacional contra el bloque imperialista. Que la vida de la humanidad no sea inviable depende de nosotros.

Por estas razones, el nuevo proyecto no puede sino empezar, por un lado, a partir de un análisis que deslegitime clara y radicalmente la lógica capitalista y, por otro, a partir de un balance valiente y autocrítico de nuestros desencuentros históricos, teórico-prácticos y táctico-estratégicos. Tomar conciencia de que para resolver las contradicciones apuntadas no sirve pretender humanizar el capitalismo o reformar el aparato del Estado está en la base de cualquier proceso de reconstitución, reorientación y reconstrucción de cualquier proyecto socialista concreto.