La ONU busca 5 pies al gato sabiendo que tiene 4
Por Facundo Bazán
El orden del día del 62º periodo de sesiones de la Asamblea General de la ONU, en Nueva York, recientemente inaugurado, elaborado a puerta cerrada por primera vez en su historia, abordará -desde el 25 de septiembre hasta el 3 de octubre-. una agenda para “soluciones multilaterales”, según dijo Ban Ki-Moon, para abordar asuntos cruciales como el de la reforma de la ONU, y el del cambio climático, Darfur, Irak, Afganistán y Oriente Medio, instando a una acción ápida y eficaz, y a la adopción de una ética con resultados pragmáticos.
El secretario general subrayó que pese a que “el intento de Taiwán de solicitar su integración a la ONU, hasta ahora legalmente imposible, porque la Resolución 2758 reconoce a la República Popular China como la única representante legítima de China ante la ONU desde 1971, en cuanto China la considera una provincia más de su territorio. Pese a ello ( y “en mérito a que Taiwán fue miembro fundador de la ONU en 1945”, cuando tenía su sede en China, hasta que por la revolución comunista los nacionalistas se decidieron retirarse a la isla en 1949 ), en el marco de manifestaciones taiwanesas destinada a apoyar la celebración de un referéndum sobre su ingreso a la ONU, se anunció que el comité general discutirá en su próxima reunión, por décimo quinta vez el asunto. Janos Tisovszky, portavoz del presidente, aclaró que la propuesta fue encabezada por las Islas San Vicente y Salomón, con el rechazo de China y Egipto.
Muy al estilo escandaloso y bravucón que le caracteriza, G.W.Bush anunció, para el escándalo general, nuevas sanciones contra la Junta Militar de Birmania en el poder, situada en una exquisita cuenca maderera, petrolífera, minera, opífera y de piedras preciosas, geopolíticamente incrustada entre los himalayas tibetanos, China, Nepal, India, Vietnam, Bangladesh, Laos, Tailandia, el Mar de Andamán y el Golfo de Bengala. Como puede verse es la clase de cabecera de playa militarista que suele usar el tío bobo del norte para crear perturbaciones regionales que le permitan jugar con los precios de los recursos naturales que colonialmente controlan, e instalar bases militares y equipos de espionaje mundial. China es un competidor potencial de USA, la UE y Japón, así que nada más natural que jaquearla con la ONU, usando de un lado a los nacionalistas taiwaneses, y, del otro, a los budistas birmanos, aprovechándose del descrédito de su junta militar, expresión de una inestabilidad inducida, al precio vergonzoso de otorgarle un premio nóbel de la paz al general Aung San, a través de su hija Aung San Suu Kyi, para convertirlo en ícono de la democracia occidental, y otorgándole, en esa línea, el secretariado general ONU a U Thant dos períodos de ingrata recordación.
En una muestra de la acostumbrada hipocresía imperialista occidental, ellos continúan haciendo grandes negocios con la junta militar birmana, a la que acusan, sin embargo, de numerosísimas y graves denuncias en materia de Derechos Humanos, y a la que han impuesto embargos comerciales tanto la Unión Europea y los Estados Unidos, sin que dejen de fluir hacia allí toda clase de inversores europeos, estadounidense y asiáticos. Bussines son Bussines, ¿no es, oiga usted, como para la risa, si no se tratara de asuntos tan serios?
Aunque le haya retirado su apoyo al Partido Comunista de Birmania, China es el más cercano aliado birmano, consolidándose como primer socio en materia comercial, financiera y militar (tiene una base militar en isla Coco para monitorear la actividad naval india y norteamericana en el Golfo). En el fondo, no hay nada más que unas asquerosas movidas imperialistas para el saqueo en el tablero geopolítico mundial; no obstante, la lamentable muerte de monjes y ciudadanos birmanos atrapados a la mitad de un juego macabro, que no sólo no alcanzan a comprender cabalmente, sino respecto del cual no poseen los instrumentos programáticos y organizacionales necesarios para plantearse una intervención deliberada que abra un espacio para las conquistas democráticas, la liberación nacional y el verdadero socialismo, aún no ensayados allí.
Por eso USA, UE, Japón, los 7, los 12, los 21, los 27, los 72 y la mismísima ONU no cesarán de agitar la confrontación en el avispero birmano, taiwanés, coreano, islámico, colombiano, porque le conviene manipular la economía y la política mundial, buscándole 5 patas al gato que tiene 4.
El orden del día del 62º periodo de sesiones de la Asamblea General de la ONU, en Nueva York, recientemente inaugurado, elaborado a puerta cerrada por primera vez en su historia, abordará -desde el 25 de septiembre hasta el 3 de octubre-. una agenda para “soluciones multilaterales”, según dijo Ban Ki-Moon, para abordar asuntos cruciales como el de la reforma de la ONU, y el del cambio climático, Darfur, Irak, Afganistán y Oriente Medio, instando a una acción ápida y eficaz, y a la adopción de una ética con resultados pragmáticos.
El secretario general subrayó que pese a que “el intento de Taiwán de solicitar su integración a la ONU, hasta ahora legalmente imposible, porque la Resolución 2758 reconoce a la República Popular China como la única representante legítima de China ante la ONU desde 1971, en cuanto China la considera una provincia más de su territorio. Pese a ello ( y “en mérito a que Taiwán fue miembro fundador de la ONU en 1945”, cuando tenía su sede en China, hasta que por la revolución comunista los nacionalistas se decidieron retirarse a la isla en 1949 ), en el marco de manifestaciones taiwanesas destinada a apoyar la celebración de un referéndum sobre su ingreso a la ONU, se anunció que el comité general discutirá en su próxima reunión, por décimo quinta vez el asunto. Janos Tisovszky, portavoz del presidente, aclaró que la propuesta fue encabezada por las Islas San Vicente y Salomón, con el rechazo de China y Egipto.
Muy al estilo escandaloso y bravucón que le caracteriza, G.W.Bush anunció, para el escándalo general, nuevas sanciones contra la Junta Militar de Birmania en el poder, situada en una exquisita cuenca maderera, petrolífera, minera, opífera y de piedras preciosas, geopolíticamente incrustada entre los himalayas tibetanos, China, Nepal, India, Vietnam, Bangladesh, Laos, Tailandia, el Mar de Andamán y el Golfo de Bengala. Como puede verse es la clase de cabecera de playa militarista que suele usar el tío bobo del norte para crear perturbaciones regionales que le permitan jugar con los precios de los recursos naturales que colonialmente controlan, e instalar bases militares y equipos de espionaje mundial. China es un competidor potencial de USA, la UE y Japón, así que nada más natural que jaquearla con la ONU, usando de un lado a los nacionalistas taiwaneses, y, del otro, a los budistas birmanos, aprovechándose del descrédito de su junta militar, expresión de una inestabilidad inducida, al precio vergonzoso de otorgarle un premio nóbel de la paz al general Aung San, a través de su hija Aung San Suu Kyi, para convertirlo en ícono de la democracia occidental, y otorgándole, en esa línea, el secretariado general ONU a U Thant dos períodos de ingrata recordación.
En una muestra de la acostumbrada hipocresía imperialista occidental, ellos continúan haciendo grandes negocios con la junta militar birmana, a la que acusan, sin embargo, de numerosísimas y graves denuncias en materia de Derechos Humanos, y a la que han impuesto embargos comerciales tanto la Unión Europea y los Estados Unidos, sin que dejen de fluir hacia allí toda clase de inversores europeos, estadounidense y asiáticos. Bussines son Bussines, ¿no es, oiga usted, como para la risa, si no se tratara de asuntos tan serios?
Aunque le haya retirado su apoyo al Partido Comunista de Birmania, China es el más cercano aliado birmano, consolidándose como primer socio en materia comercial, financiera y militar (tiene una base militar en isla Coco para monitorear la actividad naval india y norteamericana en el Golfo). En el fondo, no hay nada más que unas asquerosas movidas imperialistas para el saqueo en el tablero geopolítico mundial; no obstante, la lamentable muerte de monjes y ciudadanos birmanos atrapados a la mitad de un juego macabro, que no sólo no alcanzan a comprender cabalmente, sino respecto del cual no poseen los instrumentos programáticos y organizacionales necesarios para plantearse una intervención deliberada que abra un espacio para las conquistas democráticas, la liberación nacional y el verdadero socialismo, aún no ensayados allí.
Por eso USA, UE, Japón, los 7, los 12, los 21, los 27, los 72 y la mismísima ONU no cesarán de agitar la confrontación en el avispero birmano, taiwanés, coreano, islámico, colombiano, porque le conviene manipular la economía y la política mundial, buscándole 5 patas al gato que tiene 4.
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