UNANCHA, Una Bandera para Resistir y Reconstruir

Por Facundo Bazán

En el Tahuantinsuyo los incas tuvieron por bandera a la Kápac Unancha. María Rostorowsky lo admite, aunque no quiera llamarla de ese modo. Juan José Vega, en un ensayo dedicado exprofesamente al tema, es más categórico al reconocerle similutd con los emblemas que todos los grandes pueblos usaron desde la antigüedad para trasarse la identidad que los catapulta al futuro.

Unancha le llamaron desde antiguo; así lo reflejan las informaciones contenidas en las crónicas de mestizos, indios y españoles. Así figura en el Lexicón o Diccionario de Fray Domingo de Santo Tomás. Si avanzamos un poco más leeremos juntos algunos fragmentos de esas conocidas crónicas :

"todos repartidos en escuadras marchaban bajo banderas y capitanes, con el concierto de los turcos". Francisco López de Jerez.

"en sus batallas y guerras usaban traer banderas y escuadras bien ordenadas".
Gonzálo Fernández de Oviedo

"Cada mil hombres marchaban con sus unanchas".
Joan Santa Cruz Pachacuti Yanque Salcamaygua

"cada capitanía llevaba bajo su bandera honderos, lanceros, macana, dardos y porras".
Pedro Cieza de León

"repartidos por capitanías iban debajo de banderas con mucha orden y concierto y con gran silencio" Pedro Gutiérrez de Santa Clara

"la portaba un orejón principal en alto, señalando con él que allí iba la persona del Inga".
Martín de Murúa

"el estandarte real era una banderilla cuadrada, de diez o doce palmos de ruedo, de lienzo de algodón o de lana, tendida y tiesa en el remate de una asta larga, sin ondear, que cada rey pintaba con las armas y divisas que escogía, aunque la general fuera la del arco celeste o “cuychi” y dos culebras tendidas a lo largo, paralelas, con la borla que le servía de corona, a la que añadían por divisa y blasón la que a cada rey le pareciera. Dicho estandarte tenía por borla ciertas plumas coloradas y largas puestas a trechos" Bernabé Cobo

Los peruanos actuales tenemos derecho a reivindicar los símbolos heredados de nuestra savia más profunda y los bellos tokapus o decorados geométricos, vigentes en la iconografía característica de nuestras comunidades, dotándolos esta vez de significados contemporáneos, nacidos al calor de los actores, los ideales, las condiciones y los aliados con los que luchamos juntos contra los enemigos inveterados de la redención de nuestras naciones.

La Unancha ya no puede ser más la bandera de una casa real o de una panaca distante, ni siquiera la de un Imperio avasallador de otros hermanos, sino más bien la materialización artística y simbólica de la unidad que forjamos actualmente para vencer al desánimo, la impotencia, la miseria, la muerte y el olvido que hemos hecho del destino grande al que estamos citados. Debajo de la nueva unancha marcharemos viriles los nuevos honderos y lanceros, en pos del destino que viene del futuro a reclamarnos el paso pronto de los vencedores.

También los negros en el Perú de la colonia tenían un estandarte, pero sonoro. Era una palabra secreta pronunciada entre cimarrones o alzados en pos de la libertad : ¡ Palenque ¡ Pero, a menudo, cuando la forja del reino fraterno parecía más lejana, unos a otros se animaban sin pronunciarla reemplazándola con ritmos para darle la contra a la historia sin fe y sin esperanza que contaban los señoritos. Nadie sabía qu los tambores repetían sin descanso : ¡ Resistir, Insistir, Persistir ¡