Revolución y Contrarrevolución en la Historia Francesa (Capítulo II)
Por Facundo Bazán
La Revolución de 1830 al 32
Entre 1829 y 1834, la llamada Revolución de Julio, en París, obligó a Carlos X a huir, sin que la ansiada República fuera aún posible. Los liberales moderados coronaron a Luis Felipe de Orleáns como monarca constitucional. Sus poderes, limitados por los miembros de una asamblea, elegidos por voto restringido, le permitieron -mientras la economía fue eficaz- la aproximación a Gran Bretaña y la expansión imperialista sobre Argelia, pero la grave crisis económica y su profunda corrupción administrativa le hicieron naufragar.
La Revolución de 1848
En 1848, una nueva rebelión armada, encabezada por liberales radicales, apoyados por los obreros socialistas de París, puso fin a la monarquía, proclamando la Segunda República. Inspirada por F. Rapspail, no obstante, el Gobierno Provisional, formado en el Ayuntamiento, combinó a moderados y radicales, orleanistas y bonapartistas, republicanos y socialistas, con el poder en los moderados. Así, LeMartine, ofreciendo la imagen de una República moderada deseosa de paz con el resto de las naciones, ofreció también una Asamblea Constituyente, por sufragio universal, concediendo libertad de expresión y de reunión.
Luis Napoleón, sobrino de Napoleón Bonaparte, preso por intentar destronar a Luis Felipe, retorna con ella y, luego, en las elecciones del 10 de diciembre del 48, abrumadora mayoría derrota a los revolucionarios en las urnas; ya elegido Presidente los pasa por las armas, cuando estos -para impedir la disolución de los Talleres Nacionales propuestos por Louis Blanc- se enfrentaron a la Guardia Nacional en las Jornadas de Junio.
Rota la armonía entre burgueses y obreros, el mismo Gobierno Provisional que permitió la creación de los Talleres Nacionales (proyecto reformista inspirado por Blanc) y de la Comisión de Gobierno para los Trabajadores (que prohibió el trabajo a destajo, la contratación en grupos, y redujo la jornada laboral ) resistió el derecho al trabajo. Era evidente que el aparente triunfo de los trabajadoras era un mecanismo para limitar su influencia política, cargándolos con la responsabilidad de construir la justicia sin medios reales
Como la actividad política se desbordó con la proliferación de periódicos y clubs políticos, empeñados en tareas de propaganda y difusión de los nuevos ideales republicanos, surgieron las primeras tensiones explícitas entre la burguesía y los obreros, como consecuencia del creciente temor de los ricos comerciante, industriales y de los pequeños burgueses, ante las exigencias socialistas, el anti-maquinismo y la crisis financiera, la caída de la Bolsa y la masiva retirada de los depósitos bancarios, que el ministro de Finanzas quiso capear suspendiendo la convertibilidad del billete de banco y la fijación de topes de emisión de moneda, o con el aumento de los impuestos directos en un 45 por 100.
Louis Blanc defiende la revolución como único medio para solucionar los problemas de los trabajadores, junto con la creación de talleres sociales. Su idea era socializar los medios de producción y construir una nueva sociedad organizada en grupos o comunas, donde habría lbertad de pensamiento. Pero reprimidos violentamente 100.000 obreros amotinados, fueron ejecutados, detenidos y exiliados.
En cuatro años de presidencia Luis Napoleón sofocó el último levantamiento revolucionario parisino en julio de 1849, azuzando al resto de la población francesa contra París socialista, mientras los conservadores eran mayoría absoluta en la Asamblea Legislativa, a la que más tarde disolvió el 2 de diciembre de 1851, luego de un período de tensión entre sus ideas y las de ese organismo favorable al régimen conservador y monárquico, y al voto censitario de los adinerados. Blanc fue miembro del Gobierno Republicano Provisional, mientras eran sofocados los movimientos revolucionarios.
Finalmente, la Constitución del 1852, extiende a diez años su mandato reelegible, y restringe los poderes del legislativo. Acrecentando su poder, hasta que el 2 de diciembre de 1852, fue designado Emperador por medio de un referéndum, con el apoyo incluso de la clase obrera y de la burguesía, temerosas del regreso de la vieja monarquía orleanista.
Como en 1851 terminaba su mandato constitucional, sin posibilidad legal de reelección, dio un golpe de estado con la intención de no abandonar el cargo, con apoyo del ejército, tras lo cual sería proclamado Emperador, con el nombre de Napoleón III. Este Segundo Imperio, eliminó la II República y se extendió hasta 1870, de modo autoritario, con tintes populistas y oportunistas.
La Revolución de 1830 al 32
Entre 1829 y 1834, la llamada Revolución de Julio, en París, obligó a Carlos X a huir, sin que la ansiada República fuera aún posible. Los liberales moderados coronaron a Luis Felipe de Orleáns como monarca constitucional. Sus poderes, limitados por los miembros de una asamblea, elegidos por voto restringido, le permitieron -mientras la economía fue eficaz- la aproximación a Gran Bretaña y la expansión imperialista sobre Argelia, pero la grave crisis económica y su profunda corrupción administrativa le hicieron naufragar.
La Revolución de 1848
En 1848, una nueva rebelión armada, encabezada por liberales radicales, apoyados por los obreros socialistas de París, puso fin a la monarquía, proclamando la Segunda República. Inspirada por F. Rapspail, no obstante, el Gobierno Provisional, formado en el Ayuntamiento, combinó a moderados y radicales, orleanistas y bonapartistas, republicanos y socialistas, con el poder en los moderados. Así, LeMartine, ofreciendo la imagen de una República moderada deseosa de paz con el resto de las naciones, ofreció también una Asamblea Constituyente, por sufragio universal, concediendo libertad de expresión y de reunión.
Luis Napoleón, sobrino de Napoleón Bonaparte, preso por intentar destronar a Luis Felipe, retorna con ella y, luego, en las elecciones del 10 de diciembre del 48, abrumadora mayoría derrota a los revolucionarios en las urnas; ya elegido Presidente los pasa por las armas, cuando estos -para impedir la disolución de los Talleres Nacionales propuestos por Louis Blanc- se enfrentaron a la Guardia Nacional en las Jornadas de Junio.
Rota la armonía entre burgueses y obreros, el mismo Gobierno Provisional que permitió la creación de los Talleres Nacionales (proyecto reformista inspirado por Blanc) y de la Comisión de Gobierno para los Trabajadores (que prohibió el trabajo a destajo, la contratación en grupos, y redujo la jornada laboral ) resistió el derecho al trabajo. Era evidente que el aparente triunfo de los trabajadoras era un mecanismo para limitar su influencia política, cargándolos con la responsabilidad de construir la justicia sin medios reales
Como la actividad política se desbordó con la proliferación de periódicos y clubs políticos, empeñados en tareas de propaganda y difusión de los nuevos ideales republicanos, surgieron las primeras tensiones explícitas entre la burguesía y los obreros, como consecuencia del creciente temor de los ricos comerciante, industriales y de los pequeños burgueses, ante las exigencias socialistas, el anti-maquinismo y la crisis financiera, la caída de la Bolsa y la masiva retirada de los depósitos bancarios, que el ministro de Finanzas quiso capear suspendiendo la convertibilidad del billete de banco y la fijación de topes de emisión de moneda, o con el aumento de los impuestos directos en un 45 por 100.
Louis Blanc defiende la revolución como único medio para solucionar los problemas de los trabajadores, junto con la creación de talleres sociales. Su idea era socializar los medios de producción y construir una nueva sociedad organizada en grupos o comunas, donde habría lbertad de pensamiento. Pero reprimidos violentamente 100.000 obreros amotinados, fueron ejecutados, detenidos y exiliados.
En cuatro años de presidencia Luis Napoleón sofocó el último levantamiento revolucionario parisino en julio de 1849, azuzando al resto de la población francesa contra París socialista, mientras los conservadores eran mayoría absoluta en la Asamblea Legislativa, a la que más tarde disolvió el 2 de diciembre de 1851, luego de un período de tensión entre sus ideas y las de ese organismo favorable al régimen conservador y monárquico, y al voto censitario de los adinerados. Blanc fue miembro del Gobierno Republicano Provisional, mientras eran sofocados los movimientos revolucionarios.
Finalmente, la Constitución del 1852, extiende a diez años su mandato reelegible, y restringe los poderes del legislativo. Acrecentando su poder, hasta que el 2 de diciembre de 1852, fue designado Emperador por medio de un referéndum, con el apoyo incluso de la clase obrera y de la burguesía, temerosas del regreso de la vieja monarquía orleanista.
Como en 1851 terminaba su mandato constitucional, sin posibilidad legal de reelección, dio un golpe de estado con la intención de no abandonar el cargo, con apoyo del ejército, tras lo cual sería proclamado Emperador, con el nombre de Napoleón III. Este Segundo Imperio, eliminó la II República y se extendió hasta 1870, de modo autoritario, con tintes populistas y oportunistas.
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