Primer genoma sintético
Por Pablo Mora
La revista "Science", del 24 de enero último, dio cuenta de que investigadores norteamericanos del Instituto Venter produjeron el primer genoma sintético bacteriano, la mayor estructura de ADN jamás fabricada por el hombre. Esta es una etapa crucial para la creación del primer organismo vivo artificial, de potenciales aplicaciones en la producción de bío-combustibles y el tratamiento biológico de desechos tóxicos, como el CO2.
De hecho, el objetivo final es insertar un cromosoma sintético en un organismo huésped hasta lograr crear una bacteria por completo nueva a partir de un genoma fabricado a la medida para cumplir una función específica, expresaron Dan Gibson, principal autor del estudio, y Craig Venter, fundador del instituto y controvertido pionero de la biotecnología. Por su parte, el doctor Hamilton Smith, miembro del Instituto Venter, y uno de los coautores del trabajo, explicó que ha quedado demostrado que es posible crear artificialmente grandes genomas y luego ajustar su tamaño. Los investigadores explicaron que la proeza técnica empezó cuando previamente despojaron al genoma de los genes inútiles, conservando solo los estrictamente necesarios para dirigir sus funciones biológicas, luego de lo cual produjeron químicamente en el laboratorio los fragmentos de ADN de esta bacteria, desarrollando nuevos métodos de ensamblaje y reproducción.
"Este estudio representa la segunda de tres etapas hacia la creación de un organismo vivo enteramente artificial", precisaron. La primera etapa fue franqueada en el 2007 con la exitosa transferencia de un genoma de una bacteria a otra bacteria, convertida en una especie diferente en el proceso. Para la etapa final, sobre la cual ya trabajan, intentarán crear una célula artificial de bacteria basada enteramente en el genoma sintético de la 'Mycoplasma genitalium', que acaban de fabricar.
El anuncio de la elaboración del genoma de una nueva bacteria por manipulación genética, primer paso para la creación de organismos artificiales al servicio del hombre, suscita tanto esperanzas como temores, por falta de marcos legales y éticos capaces de poner límites a las intentonas corporativas e imperialistas que priman en el mercado internacional por reducirlo todo a un cálculo de ganancia y plusvalía, sin reparar en los riesgos potenciales, pese a ya existir rudimentos tecnológicos para el cálculo virtual de las consecuencias de cualquier técnica, elemento o procedimiento, antes de aventurarse a la producción masiva de elementos sin mediciones previas. El instinto capitalista se traiciona a sí mismo, y nos arrastra con él, porque aunque utiliza las más altas formas de la racionalidad tecno-científica lo que le anima es su raíz irracional.
La revista "Science", del 24 de enero último, dio cuenta de que investigadores norteamericanos del Instituto Venter produjeron el primer genoma sintético bacteriano, la mayor estructura de ADN jamás fabricada por el hombre. Esta es una etapa crucial para la creación del primer organismo vivo artificial, de potenciales aplicaciones en la producción de bío-combustibles y el tratamiento biológico de desechos tóxicos, como el CO2.
De hecho, el objetivo final es insertar un cromosoma sintético en un organismo huésped hasta lograr crear una bacteria por completo nueva a partir de un genoma fabricado a la medida para cumplir una función específica, expresaron Dan Gibson, principal autor del estudio, y Craig Venter, fundador del instituto y controvertido pionero de la biotecnología. Por su parte, el doctor Hamilton Smith, miembro del Instituto Venter, y uno de los coautores del trabajo, explicó que ha quedado demostrado que es posible crear artificialmente grandes genomas y luego ajustar su tamaño. Los investigadores explicaron que la proeza técnica empezó cuando previamente despojaron al genoma de los genes inútiles, conservando solo los estrictamente necesarios para dirigir sus funciones biológicas, luego de lo cual produjeron químicamente en el laboratorio los fragmentos de ADN de esta bacteria, desarrollando nuevos métodos de ensamblaje y reproducción.
"Este estudio representa la segunda de tres etapas hacia la creación de un organismo vivo enteramente artificial", precisaron. La primera etapa fue franqueada en el 2007 con la exitosa transferencia de un genoma de una bacteria a otra bacteria, convertida en una especie diferente en el proceso. Para la etapa final, sobre la cual ya trabajan, intentarán crear una célula artificial de bacteria basada enteramente en el genoma sintético de la 'Mycoplasma genitalium', que acaban de fabricar.
El anuncio de la elaboración del genoma de una nueva bacteria por manipulación genética, primer paso para la creación de organismos artificiales al servicio del hombre, suscita tanto esperanzas como temores, por falta de marcos legales y éticos capaces de poner límites a las intentonas corporativas e imperialistas que priman en el mercado internacional por reducirlo todo a un cálculo de ganancia y plusvalía, sin reparar en los riesgos potenciales, pese a ya existir rudimentos tecnológicos para el cálculo virtual de las consecuencias de cualquier técnica, elemento o procedimiento, antes de aventurarse a la producción masiva de elementos sin mediciones previas. El instinto capitalista se traiciona a sí mismo, y nos arrastra con él, porque aunque utiliza las más altas formas de la racionalidad tecno-científica lo que le anima es su raíz irracional.
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