¿ Quiénes son Aznar y el PP ?
Lecciones para no olvidar
Por Facundo Bazán
Si Rodríguez Zapatero creyó que el PP le daría tregua política, en agradecimiento por haber hecho el gesto de defender a Aznar como compatriota o ex mandatario, se equivocó de medio a medio. Allí permanecen incólumes los desplantes diarios de Rajoy, y las majaderías neo-fascistas del PP, que insiste en señalar su imprevisión, negligencia y falta de capacidad. ¡ Toma por lambiscón ! Los chacales no conocen de gratitud, Señor. No tienen memoria emocional.
Es al Aznar de siempre al que defendió, Señor Zapatero, al cachupín incondicional de Bush y de Blair, al azuzador gratuito de la invasión contra Irak por unas armas que nunca existieron, al espectador extasiado del ahorcamiento público de Saddam Hussein, al admirador entusiasta y convicto del franquismo fascista, al acólito contrito y cariacontecido de la monarquía, al promotor de la «Internacional Demócrata de Centro», prohijada por las fuerzas oscuras del Opus Dei; sí, él, el enemigo de toda ideología humanista, moderna, socialista y no occidental. Es a ese Aznar al que le pasó la mano Zapatero, vaya inocentada “socialista”; a ése que pretende, para sí y para España, el protagonismo articulador que recupere su viejo espacio hispanoamericano, por la defensa totalitaria contra cualquiera que atente contra el estilo de vida americano y judeo-cristiano.
Pero América Latina ya conoce a los de su calaña, a los pseudos-demócratas de las Democracias Cristianas, como las de Frei, promotor del asalto pinochetista contra Allende en Chile, y a las de Duarte y Cerezo, en El Salvador y en Guatemala, campeonas de las violaciones contra los derechos humanos de las comunidades nativas; y a la de los genocidas peruanos del Te Deum Patriótico, y a la de los venezolanos apadrinados desde la embajada española en el atentado golpista contra Chávez, tal como reconoció el propio Ministro de Relaciones Exteriores de España ante la televisión y la Cámara de Diputados.
Ese es el Aznar de la mantilla, el abanico y la macarena, el creador de una fundación (FAES) para ejercer en América Latina su injerencia divisionista y la difusión trasnochada de su propuesta transcontinental, en nombre de una supuesta defensa de Occidente, sustentada en su bodrio “América Latina, Agenda de Libertad”, en la que dice que como “…hay quienes aún rechazan los Valores Universales de Occidente, ellos están dispuestos a acabar con aquellos, pues de lo que se trata es de la vieja lucha entre civilización y barbarie”. No podía ser más explícito el mismo racismo etnocentrista con el que editaron su famosa “gesta civilizatoria”, en el horror de ochenta millones de indios masacrados pero supuestamente redimidos por la gloriosa cruz-espada.
Con el mismo espíritu colonial y mercantilista de antaño, cree que porque llegaron y tomaron posesión de nuestras culturas durante trescientos años, a punta de mita, hacienda, reducciones y corregimientos, América Latina está inserta en su concepto de occidente, y ellos pueden, por tanto, reconquistarla las veces que sea, desconociendo la resistencia heroica de nuestros pueblos durante 500 años, y la naturaleza del devenir histórico de nuestros pueblos ya una boyante realidad cultural 5,000 años antes de que ellos aprendieran a ser siquiera bárbaros.
Por Facundo Bazán
Si Rodríguez Zapatero creyó que el PP le daría tregua política, en agradecimiento por haber hecho el gesto de defender a Aznar como compatriota o ex mandatario, se equivocó de medio a medio. Allí permanecen incólumes los desplantes diarios de Rajoy, y las majaderías neo-fascistas del PP, que insiste en señalar su imprevisión, negligencia y falta de capacidad. ¡ Toma por lambiscón ! Los chacales no conocen de gratitud, Señor. No tienen memoria emocional.
Es al Aznar de siempre al que defendió, Señor Zapatero, al cachupín incondicional de Bush y de Blair, al azuzador gratuito de la invasión contra Irak por unas armas que nunca existieron, al espectador extasiado del ahorcamiento público de Saddam Hussein, al admirador entusiasta y convicto del franquismo fascista, al acólito contrito y cariacontecido de la monarquía, al promotor de la «Internacional Demócrata de Centro», prohijada por las fuerzas oscuras del Opus Dei; sí, él, el enemigo de toda ideología humanista, moderna, socialista y no occidental. Es a ese Aznar al que le pasó la mano Zapatero, vaya inocentada “socialista”; a ése que pretende, para sí y para España, el protagonismo articulador que recupere su viejo espacio hispanoamericano, por la defensa totalitaria contra cualquiera que atente contra el estilo de vida americano y judeo-cristiano.
Pero América Latina ya conoce a los de su calaña, a los pseudos-demócratas de las Democracias Cristianas, como las de Frei, promotor del asalto pinochetista contra Allende en Chile, y a las de Duarte y Cerezo, en El Salvador y en Guatemala, campeonas de las violaciones contra los derechos humanos de las comunidades nativas; y a la de los genocidas peruanos del Te Deum Patriótico, y a la de los venezolanos apadrinados desde la embajada española en el atentado golpista contra Chávez, tal como reconoció el propio Ministro de Relaciones Exteriores de España ante la televisión y la Cámara de Diputados.
Ese es el Aznar de la mantilla, el abanico y la macarena, el creador de una fundación (FAES) para ejercer en América Latina su injerencia divisionista y la difusión trasnochada de su propuesta transcontinental, en nombre de una supuesta defensa de Occidente, sustentada en su bodrio “América Latina, Agenda de Libertad”, en la que dice que como “…hay quienes aún rechazan los Valores Universales de Occidente, ellos están dispuestos a acabar con aquellos, pues de lo que se trata es de la vieja lucha entre civilización y barbarie”. No podía ser más explícito el mismo racismo etnocentrista con el que editaron su famosa “gesta civilizatoria”, en el horror de ochenta millones de indios masacrados pero supuestamente redimidos por la gloriosa cruz-espada.
Con el mismo espíritu colonial y mercantilista de antaño, cree que porque llegaron y tomaron posesión de nuestras culturas durante trescientos años, a punta de mita, hacienda, reducciones y corregimientos, América Latina está inserta en su concepto de occidente, y ellos pueden, por tanto, reconquistarla las veces que sea, desconociendo la resistencia heroica de nuestros pueblos durante 500 años, y la naturaleza del devenir histórico de nuestros pueblos ya una boyante realidad cultural 5,000 años antes de que ellos aprendieran a ser siquiera bárbaros.
Su “conflicto de civilizaciones” ancla profundamente en un pretendido re-posicionamiento de España en A. Latina, como bisagra con la Unión Europea y Estados Unidos de Norte América, supuestos pilares de la occidentalidad y de la democracia, para traernos esta vez de vuelta, oh maravilla, inversiones, crecimiento, emprendedurismo, empleo, reducción de la pobreza, éxito, democracia y libertad. ¡ Vaya, oiga, todo un cofre lleno de prometedores doblones de oro a través de los mares por los que traían cadenas, cañones y esclavos y se llevaban oro, plata y esmeraldas, cedro, papa y algodón !
Esas maravillas, según ellos, les ocurren sólo a “las sociedades abiertas, libres y ambiciosas (como ellos) que se apartan a tiempo y por su bien del comunismo revolucionario, del estatismo populista y controlista, del indigenismo milenarista y del militarismo nacionalista. En realidad, cuando nos lo dicen no se refieren al futuro de nuestras naciones sino al de sus naciones montadas sobre las nuestras en el futuro. El cuento de siempre : sin ellos somos huerfanitos, ahítos de su tutela protectora, y de su experticia navegante en los laberintos del Gran Mercado y la Gran Manzana. Abundante experiencia hemos acumulado para saber cómo acaban los que se dejan seducir por sus cantos de sirena y sus TLC's. Ninguna estratagema más evidente que la del neoliberalismo de exportación promovido por los bloques imperialistas y las corporaciones transcontinentales que se apoyan en la neo-piratería de la OMC y del FMI.
Esas maravillas, según ellos, les ocurren sólo a “las sociedades abiertas, libres y ambiciosas (como ellos) que se apartan a tiempo y por su bien del comunismo revolucionario, del estatismo populista y controlista, del indigenismo milenarista y del militarismo nacionalista. En realidad, cuando nos lo dicen no se refieren al futuro de nuestras naciones sino al de sus naciones montadas sobre las nuestras en el futuro. El cuento de siempre : sin ellos somos huerfanitos, ahítos de su tutela protectora, y de su experticia navegante en los laberintos del Gran Mercado y la Gran Manzana. Abundante experiencia hemos acumulado para saber cómo acaban los que se dejan seducir por sus cantos de sirena y sus TLC's. Ninguna estratagema más evidente que la del neoliberalismo de exportación promovido por los bloques imperialistas y las corporaciones transcontinentales que se apoyan en la neo-piratería de la OMC y del FMI.
Labels: fascismo y monarquía, lucha de civilizaciones, neomercantilismo, nuevo hispanoamericanismo, occidente versos todo lo demás, racismo y etnocentrismo, recolonización
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