La Mala Leche de Leche Gloria
Por Belinda Chang
Cansados de rumiar las mismas promesas, de espantarse del lomo los mismos precios, y de recibir la misma insultante indiferencia de la todopoderosa “Gloria”, cuyo nombre suena más bien al paso del disgusto al fracaso, 300 ganaderos y sus respectivas vacas, arrojaron, en el primer día de huelga láctea, seis mil litros de galaxia líquida al negro asfalto urbano, memoria chancrosa de don Muuuurgia, que curte cuero y amasa fortuna con la brea, en gráfica demostración contra la insolencia grisácea de los oligopolios lecheros.
La esperanza de que suban los precios para que una ganancia razonable permita recuperar la abundancia de la cornucopia, la alegría de las ubres, el consumo de las urbes, los costos de producción de los ganaderos y la productividad de la cadena lechera, so pena de dejarlos sin leche e inundar los ríos de la indignación popular con el escalofriante contraste entre la inflexible blanca riqueza de “Gloria” y la negra pobreza de los niños marginales que no la ven ni en polvo ni en queso ni en mantequilla, porque Gloria paga poco y cobra caro para seguir comprando medio Perú, depende del embiste bravío de las cornamentas levantiscas y del peso afirmado de las pezuñas vacunas.
Las vacas manifestantes esperan que el representante del “teteo no vacuno”, entendido en estas lides de blanquear los asuntos del manejo nacional, muja al estilo bufalesco para que sus tres amigotes de la concentración lechera no nos rompan ni las ubres de la paciencia ni los sueños democráticos de tomarnos un buen café con leche cuando ellos se hayan ido, ojalá pronto, devolviendo las estrellas a su lugar de origen, al cielo azul o al cielo rojo, pero no a ninguno que se parezca a ese trapo desvaído de las promesas incumplidas, donde reposa reseca ya la sanguaza popular recientemente derramada, que espera el castigo político y penal necesario contra los artífices del genocidio más negro que las noches de los ajusticiamientos paramiliatares, el café de los velorios impagos, y los que serán legales por obra y gracia del D. Leg. 982.
Cansados de rumiar las mismas promesas, de espantarse del lomo los mismos precios, y de recibir la misma insultante indiferencia de la todopoderosa “Gloria”, cuyo nombre suena más bien al paso del disgusto al fracaso, 300 ganaderos y sus respectivas vacas, arrojaron, en el primer día de huelga láctea, seis mil litros de galaxia líquida al negro asfalto urbano, memoria chancrosa de don Muuuurgia, que curte cuero y amasa fortuna con la brea, en gráfica demostración contra la insolencia grisácea de los oligopolios lecheros.
La esperanza de que suban los precios para que una ganancia razonable permita recuperar la abundancia de la cornucopia, la alegría de las ubres, el consumo de las urbes, los costos de producción de los ganaderos y la productividad de la cadena lechera, so pena de dejarlos sin leche e inundar los ríos de la indignación popular con el escalofriante contraste entre la inflexible blanca riqueza de “Gloria” y la negra pobreza de los niños marginales que no la ven ni en polvo ni en queso ni en mantequilla, porque Gloria paga poco y cobra caro para seguir comprando medio Perú, depende del embiste bravío de las cornamentas levantiscas y del peso afirmado de las pezuñas vacunas.
Las vacas manifestantes esperan que el representante del “teteo no vacuno”, entendido en estas lides de blanquear los asuntos del manejo nacional, muja al estilo bufalesco para que sus tres amigotes de la concentración lechera no nos rompan ni las ubres de la paciencia ni los sueños democráticos de tomarnos un buen café con leche cuando ellos se hayan ido, ojalá pronto, devolviendo las estrellas a su lugar de origen, al cielo azul o al cielo rojo, pero no a ninguno que se parezca a ese trapo desvaído de las promesas incumplidas, donde reposa reseca ya la sanguaza popular recientemente derramada, que espera el castigo político y penal necesario contra los artífices del genocidio más negro que las noches de los ajusticiamientos paramiliatares, el café de los velorios impagos, y los que serán legales por obra y gracia del D. Leg. 982.
Labels: cadena productiva de la leche, ganaderos, Gloria, Leche Gloria, peru, precio de la leche
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