Bolivia y la Nueva Constitución : ¿ defenderla o atacarla ?

Evo Morales ordena a la policía abandonar las calles a la derecha

Por Facundo Bazán

La aprobación del fruto de la Asamblea Constituyente, ayer, por la que pugnaron y presionaron los organismos populares y obreros, en La Paz, durante estos meses, provocó el linchamiento y muerte de un humilde policía a manos de la turba derechista azuzada por la oligarquía y la plutocracia boliviana.

Las autoridades policiales inexplicablemente ordenaron el repliegue de todos sus efectivos "por falta de garantías". Si ellos no pueden brindarle garantías al pueblo en defensa de la Constitución… ¿quién podrá brindársela?

Por su parte, también el Ministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana, anunció paradójicamente a los medios de comunicación que el repliegue de la Policía fue determinado para garantizar “la vuelta a la tranquilidad” en Sucre. "El Gobierno ha ordenado que la Policía, se excusó, echándole encima toda la responsabilidad al Presidente Evo Morales, se mantenga en sus unidades y no salga a las calles “para evitar agresiones de la gente”, disponiéndose que la Policía “sólo preserve la seguridad física de sus instalaciones y la de sus miembros”. El Ministro indicó hipócritamente que “tampoco las Fuerzas Armadas intentarán pacificar Sucre, al contrario de lo asegurado por algunos medios de comunicación, en consonancia "con la derecha y la oligarquía”, para incitar a la violencia y “frenar los cambios que busca el gobierno”.

Se entiende, en cambio, que, como la derecha no verá a la Policía en las calles", el gobierno de Morales le hace una clara señal permisiva a la derecha para que haga con la Constitución recién nacida, y con las masas que pugnaron por ella, lo que quiera. No obstante, el titular de la Presidencia juega al doble discurso sosteniendo que la Constitución aprobada “abre un giro histórico de cambios para el país", pero no hace nada para garantizar el nuevo orden que de la Constitución recién aprobada se desprende.

Si ni el Presidente ni sus Ministros, ni el Ejército ni la Policía, defenderán la Constitución aprobada, quién la defenderá con el poder que las armas, las leyes y el poder judicial otorgan? ¿Podrán las masas solas defenderla contra la endeble e hipócrita defensa de Morales y contra los arrestos de la derecha cavernaria?

Ahí yacen el policía, Jhimmy Quisque, y lo tres policías heridos, Javier Nelson Enríquez (Oruro), Luis Alberto Huallpa Espinoza (Oruro) y Eddy Condori Mamani (Cbba), como víctimas del juego estúpido de Morales y la derecha, mientras el Comandante de la Policía Nacional, Miguel Vázquez, se esconde, dejando inerme al pueblo en defensa del instrumento constitucional para los cambios, que por lo visto no llegarán por la vía jurídica, democrática y pacífica, en la que aún creía el pueblo boliviano, por los pajaritos que el reformismo desarrollista y el etno-nacionalismo le pintaron. ¿Dirán ahora que Morales es una víctima del pueblo y de la derecha?