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Monday, November 19, 2007

Soldados Latinos Carne de Cañón para USA

Extractado por Facundo Bazán, del envío de redaccion@altercom.org

Ahora que la OTAN no quiere enviar más tropas a Afganistán, Estados Unidos no sólo sigue mercenarizando a sus poblaciones negras y latinas, sino que también presiona a los gobiernos de Argentina, Perú, Colombia y Chile para a enviar carne de cañón a sostener por más tiempo la guerra imperialista que ellos dirigen pero donde nuestros soldados morirán atrapados entre las balas de los talibanes y la radiación provocada por las municiones de uranio empobrecido que los norteamericanos con el apoyo de la OTAN usan pero niegan usar en el conflicto, pese a estar expresa e internacionalmente prohibidas, por violar los derechos humanos.

La carne de cañón latinoamericana se encargaría de actividades de alto riesgo que norteamericanos y europeos rechazan crecientemente, como reprimir al pueblo de Afgano y combatir directamente contra los soldados y militantes de Al Qaeda, así como la neutralización y desactivación de explosivos y minas terrestres antipersonales y antitanques y, naturalmente, en las montañas afganas y paquistaníes y, sobretodo, para labores de abastecimiento nocturno en las ciudades talibán.

Múltiples investigaciones y testimonios, sobre todo, de soldados alemanes hospitalizados demuestran que Afganistán está regado de material bélico radiactivo. Así lo acredita el Profesor Doctor Albert Stahel, docente para Estudios Estratégicos del Instituto de Ciencias Políticas de la Universidad de Zurich, quien, convergente con los Drs. Asaf Durakovic y Daud Miraki, ha calculado que la mitad de las bombas arrojadas son de uranio, y que los adultos e infantes muertos y enfermos víctimas de esos bombardeos están afectados por la radiactividad consecuente. Incluso, el periódico estadounidense «Air Force Print News Today» informa abiertamente sobre el uso de esa clase de municiones en la guerra del Medio Oriente.

Muy a pesar de los bombardeos llevados a cabo por Estados Unidos su cacareada “democracia” está lejos de derrotar a los talibanes y acabar con el terrorismo de sus otrora defendidos de Al Qaeda. A mayor ocupación mayor rechazo, unidad y resistencia de la población afgana e internacional que ha comprendido que la invasión militar estadounidense, no se debió a la necesidad de liquidar al terrorismo, sino a la necesidad de apropiarse de las estratégicas riquezas petrolíferas de Turquía, Irak, Irán, Kurdistán y Afganistán y Pakistán.

Los aliados resisten admitir haber perdido la guerra en Afganistán y en Irak, pero sus expertos, incluso militares, lo reconocen, abriendo debates palpitantes al interior del Pentágono, afirmando que el asunto amerita un retiro apresurado de sus tropas, antes de que el número de víctimas en el ejército norteamericano provoque la indignación que, por todo su territorio provocó el fracaso de Vietnam, arrastrando tras de sí a los gobiernos europeos, pasibles de ser acusados de complicidad, aunque se inventen ahora chivos expiatorios a quienes culpan de la falsedad de los informes que, sin ninguna investigación, motivaron la invasión y la ocupación.

La intensa campaña mediática que el gobierno de Bush lanza para mentirle a su pueblo y al mundo entero pretende ocultar que no sólo no había ninguna razón para invadir y ocupar, sino que dichas operaciones de espionaje y militares no han aportado hasta hoy ningún éxito, a pesar de la superioridad logística y del horror del genocidio y la destrucción perpetradas, lo único que han logrado es introducir variables de inestabilidad total en el sistema que se proponían apuntalar y relanzar como globalización neoliberal.

Pero los Estados Unidos de Bush, que tienen absoluta confianza en la cooperación de los gobiernos latinoamericanos, no tienen la total seguridad de que los pueblos de esos países de lo permitan a sus gobiernos, acarreándoles funestas consecuencias políticas, con el incremento de inútiles tensiones internas y externas, además de las que del terrorismo internacional en nuestros territorios nacionales o en cualquier país del mundo. Si a las clases sociales, a los Estados-Nacionales, y a las corporaciones que Bush representa, esto no les importa nada, en nuestros países, ello abriría y agudizaría procesos de definición ya en curso.

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