¿Porqué las FARC-EP Resisten y Crecen aún?

Por Facundo Bazán

Origen

Surgidas en el 64 como organización guerrillera marxista-leninista del Partido Comunista Colombiano, participa del conflicto armado dirigida por un heptasecretariado, bajo el comando de Pedro Antonio Marín, alias Marulanda o Tirofijo, y el Mono Jojoy, Raúl Reyes y Alfonso Cano, en 24 de los 32 departamentos, especialmente del sur y del oriente, donde actúan tanto como cuerpos de milicianos, guerrillas o como ejército regular, compuesto por aproximadamente por alrededor de 20,000 combatientes de ambos sexos.

Objetivos

Desterrar las desigualdades sociales, políticas y económicas que sufre el proletariado urbano y rural, y ponerle fin a la intervención económica y militar norteamericana, hasta el establecimiento del proyecto socialista y bolivariano. Pese a persuadir al pueblo acerca de sus motivaciones, la intensa propaganda fascista, sostenida por el Estado Contrainsurgente de Colombia y los medios de comunicación de la derecha, neutralizan la conciencia de una parte importante del pueblo, en medio de una lucha armada que no alcanzan a comprender del todo, puesto que sus antecedentes se pierden en la confusión de los relatos, y los actores de la violencia son tantos como la política del veto al diálogo y del exterminio del Estado, las razzias de las bandas paramilitares de la derecha contrainsurgente, de los grupos de “autodefensa” de los hacendados y de las multinacionales extranjeras, los ajusticiamientos selectivos de los escuadrones de sicarios del narcotrafico y del lumpen urbano y rural, entre otras de las muchas organizaciones que participan a lo largo del más largo conflicto armado del mundo.

Etapas, ofensivas y campañas

Cuando en 1953 el General Gustavo Rojas Pinilla da un golpe de Estado para acabar con la violencia por medio de amnistías, a ella se acogieron cerca de 5.000 guerrilleros liberales. Pero el Partido Comunista Colombiano no entregó las armas. Mientras negociaba con las armas en la mano se concentró con otros alzados en Sumapaz, donde fueron emboscados por fuerzas militares helitransportadas que usaron Napalm, provisto por el gobierno norteamericano.

Retirados hacia el sur, a la "zona liberada" de Marquetalia, crearon zonas semejantes en El Pato, Caqueta, Riochiquito, Cauca, Guayabero y el sudoeste de Tolima, a donde afluían los campesinos acosados por el ejército y los bandoleros, buscando seguridad mínima para continuar sus vidas en el campo, por lo que las FARC se vieron en la necesidad de realizar una suerte de administración civil además de armada. Discrepancias acerca de la estrategia a seguir para mantener la ofensiva conducen a divisiones, por lo cual fracasan el Movimiento de Obreros, Estudiantes y Campesinos, el Frente Unido de Acción Revolucionaria y el Movimiento Vichada. La estrategia de la autodefensa armada en las "zonas liberadas" demostró su eficacia.

A fines de los 50’s, el gobierno califica a las zonas liberadas como "repúblicas independientes", para azuzar el patriotismo colombiano contra el presunto separatismo de las FARC e indisponerlos ante el pueblo.

En la década del 60, con apoyo de Estados Unidos, articulan una primera ofensiva, el “Plan LASO”, que fracasa, igual que la segunda ofensiva en el El Pato. Pese al carácter básicamente rural de sus inicios, limitado a acciones defensivas en pequeñas zonas de influencia, con primacía de milicianos de autodefensa campesina, las FARC pudieron dar cuenta de una tercera, una cuarta y una quinta ofensivas gubernamentales.

En el 66, la Segunda Conferencia del Bloque Sur, nacido dos años antes, oficializó la conformación de las FARC, como brazo armado del partido comunista, en lo que algunos analistas califican como guerra civil.

Hasta la década de los 80’s, las FARC crecieron relativamente despacio, pero luego de la Séptima Conferencia en 1982, bajo el mando de Jacobo Arenas, la directrices estratégicas nuevas reafirmaron el principio de "combinar todas las formas de lucha", la política y la armada. Como "Ejército del Pueblo" (FARC-EP) se plantea el desdoblamiento de frentes, para duplicar el número de integrantes rápidamente, fijándose la toma del poder para los años noventa.

En 1984, tras una reunión de los líderes de los 27 frentes, y del estado mayor, se establece un alto el fuego con Betancourt, llamado los Acuerdos de la Uribe. Este intento fracasó debido al no cese de hostilidades desatado por líderes locales de la extrema derecha, las Fuerzas Armadas y los carteles de narcotraficantes, que deciden tomar venganza contra la guerrilla y los campesinos protegidos por ella.

En septiembre de 1987 todos los grupos guerrilleros operativos. Las FARC-EP, el EPL y el ELN se constituyeron en Coordinador Guerrillera Simón Bolívar (CGSB), tanto para las acciones armadas como para las negociaciones de paz, con excepción del Comando Ricardo Franco Frente-Sur, expulsado por los sucesos de Tacueyó. El M-19 se desgajó y firmó confiadamente la paz, su líder máximo es asesinado, como la inmensa mayoría de los más importantes miembros de la izquierda legal, en particular del recientemente fundado brazo legal de las FARC-EP, la Unión Patriótica (UP), nacido precisamente para aplicar la "combinación de todas las formas de lucha", con participación de movimientos civiles, sindicales y obreros, que eventualmente discreparon del accionar armado, criticando tanto al gobierno como a las FARC-EP. La UP insistió en su estrategia hasta perder de 2.000 a 4.000 de sus militantes asesinados.

El 9 de diciembre del 90, en plenas elecciones constituyentes, por sorpresa, mientras se continuaba el proceso de diálogo, el Ejército lanzó una nueva ofensiva contra Casa Verde, sede del Secretariado Nacional de las FARC-EP, pero fracasó rotundamente en lo militar y en lo político. Entonces el gobierno, para lograr un efecto propagandístico de apertura hacia fuera, pero de exclusión respecto de las FARC, negocia con otros grupos armados para inducirlas a nuevos acuerdos para desmovilizar las guerrillas, a cambio de no seguírseles procesos legales.

La muerte del jefe guerrillero Jacobo Arenas, los condujo a reiniciar el diálogo con la Coordinadora en territorio venezolano y mexicano, mientras continuaron juntos las acciones armadas, hasta la ruptura del proceso de negociación con el gobierno en el 93. Cundió entonces el pesimismo, y algunos intelectuales colombianos, entre ellos Gabriel García Márquez, dirigieron una carta pública a lo que quedaba de la Coordinadora Guerrilla Simón Bolívar, pidiéndoles reflexionaran acerca de las implicancias de su lucha para el país. La Coordinadora finalmente desapareció, y cada grupo guerrillero siguió su lucha independientemente.

A inicios de los noventa, ya disponían solas de entre 7.000 y 10.000 combatientes, organizados en 70 frentes distribuidos en todo el país. Entre los años 96 al 98 dieron al ejército colombiano una serie de golpes tremendos, incluyendo la famosa toma de Mitú por tres días, en el departamento de Vaupés.

En 1998, mediante acuerdos con Andrés Pastrana, se creó una zona de distensión desmilitarizada de 40.000 km2, entre los municipios de Mesetas, La Uribe, La Macarena, Villahermosa y San Vicente del Caguán. Pero el proceso de paz duró hasta el 2002. Finalmente el secuestro de un congresista colombiano en febrero del 2002 por la columna móvil de las FARC-EP, Teófilo Forero, pone punto final al proceso de paz. El gobierno las acusó de usar la zona para fortalecerse militarmente, lanzar ataques y esconder prisioneros. A su vez, las FARC-EP acusaron al gobierno de usar el proceso para implementar el Plan Colombia, de la mano de la CIA.

La llegada de Álvaro Uribe ha significado la intensificación de la guerra con la implementación del “Plan Patriota”. Las FARC deciden un regreso a la guerra de guerrillas para conservar su estructura, en medio de una fuerte presión militar y varias derrotas tácticas, incautaciones y deserciones. Hacia el 2005, se estimaba su contingente entre 12.000 y 15.000 hombres armados. Ahora se estima que dada la intensa e indiscriminada represión desatada por Uribe en su terca oposición al diálogo y al intercambio humanitario de prisioneros, las FARC-EP y otros sectores cercanos a ellas estiman su contingente en alrededor de 20.000 hombres.

Las FARC-EP piden la liberación de todos sus guerrilleros presos, incluidos alias "Simon Trinidad" y alias "Sonia", quienes injustificadamente se encuentran en manos de la justicia norteamericana. Las FARC-EP a su vez liberarían a 44 "canjeables". Para dicho cambio, las FARC-EP han pedido la desmilitarización de los municipios de Pradera y Florida. Pero el gobierno que no está seriamente interesado en recuperar a los secuestrados ha recibido numerosas críticas de la población civil nacional e internacional.

En tal virtud, en agosto del 2007, Uribe designa a la senadora liberal, Piedad Córdoba, que contaba con el aval del Presidente Hugo Chávez, como facilitadora para el canje humanitario de prisioneros, entre estos la Señora Betancourt, tres ciudadanos estadounidense, y los dos integrantes de las FARC ya antes mencionados en manos de los EEUU. Caracas fue aceptada como territorio neutral. EEUU, Francia, España y Suiza demostraron gran interés. El Movimiento de No Alineados, Brasil, Bolivia, Cuba, Ecuador, Nicaragua y Uruguay también las respaldaron. Pero el 22 de noviembre Uribe da por terminadas unilateralmente las gestiones, alegando que Chávez realizaba gestiones directamente con militares colombianos. Sarkozy y la familia Betancourt, expresaron su desagrado. Chávez, para reavivar la presión internacional sobre Uribe, confesó al Presidente francés que Benacourt estaba viva. Extrañamente el Ejército muestra unas grabaciones que lo prueban. Uribe y el ejército colombiano las reivindican como incautaciones hechas a guerrilleros, pero en realidad se trataban de pruebas aportadas directamente por el Presidente Venezolano en primicia al Ejército colombiano, robándole protagonismo a Uribe, que fue lo que realmente le disgustó a punto de poner en peligro a la Señora Betancout.

Según la "ley 002" del 2000 anunciada públicamente por el "Mono Jojoy", cualquier directivo de empresa o persona natural con un patrimonio mayor a un millón de dólares deberá pagar un equivalente al 10% de dicho patrimonio so pena de prisión, provocando el éxodo de ricachones al exterior. La Unión Europea y Estados Unidos de Norte América incluyeron a las FARC-EP en el 2001 en la lista de organizaciones terroristas, al igual que a la guerrilla del ELN y las AUC.

La reacción al desnudo

Sin embargo, existen serias dudas sobre que los responsables de los atentados terroristas con explosivos hayan sido provocados por las FARC-EP, puesto que en muchas ocasiones se ha comprobado que se trataba más bien de casos donde militares colombianos participaron en el montaje de falsos atentados en varias ciudades para incriminar y desacreditar burdamente a las FARC-EP nacional e internacionalmente. Las FARC, que niegan rotundamente su participación en acciones terroristas y de narcotráfico, han demostrado que el negocio de las drogas está más bien asociado a magnates, con bases en Cali y Medellín, de extrema derecha en contuvernio con miembros de la DEA y de la CIA.