El “Efecto Dominó”
o el Pez Grande se Come al Chico
Por Mauricio San Miguel
Por lo que dicen los índices Dow Jones, Standard & Poor's 500 y Nasdaq, pareciera que ya nadie espera que la vacilante economía norteamericana, su casi colapsado sistema financiero y su exangüe moneda puedan remontar el vuelo, dado que la crisis crediticia alcanza ahora a inversionistas del mundo entero. El índice de Hong Kong cayó 5% y el Nikkei en un 5%; el Dax de Francfort cayó un 3,4%, el Cac de Paris bajó 2,6%, y el FTSE de Londres cayó 2,5 puntos, ocasionando una retracción de 85 millones de euros en las inversiones del grupo Siemens que ha debido anunciar menores ganancias, empujado a revisar proyectos en los departamentos de producción energética y movilidad en el sector industrial, así como sus servicios y soluciones de TI, con un derrumbe de 15 por ciento en sus acciones, y un impacto negativo que podría alcanzar los 900 millones de euros este primer trimestre. A Siemens no le queda otra que aligerar la empresa para intentar alcanzar a rivales más rentables como General Electric.
Entre tanto, mientras la inflación subía incontenible en USA y la manufactura caía a los peores estándares del 2001, junto a una pronunciada recesión, el empeoramiento de la crisis del crédito global del viernes último empujó a la Reserva Federal a tomar medidas antes sólo usadas durante la Gran Depresión de 1928, rebajando nuevamente su tasa de descuento a un cuarto de punto porcentual y ampliando el número de financieras que podían pedir directamente fondos efectivos suficientes para un nuevo respiro.
Cuando Alan Schwartz -presidente ejecutivo de la Bear Stearns- dijo que la empresa tenía cerca de 17.000 millones de dólares en exceso mintió, por eso nadie se explicó cómo pudieron bajar sus acciones de 50 a 30 dólares y luego en una noche a 2 dólares, el JP Morgan Chase, por su cuenta y riesgo, so pretexto de evitarles una estrepitosa caída, pacta con la Fed “una operación de emergencia” para salvarles, aprovechó el pánico para comérsela, en medio de un confuso efecto dominó generado entre las acciones financieras, con pérdidas del 90, 22 y 11 por ciento de la Bear, Lehman y PMI. Sin embargo, éste que el JP Morgan pudo considerar en su mejor momento como “un excelente negocio”, ha puesto en riesgo al resto de bancos, que deberán ajustar sus valuaciones hasta un 50 %”, dijo Meredith Whitney, de Oppenheimer & Co.
Más allá de las actitudes dolosas o negligentes o de los resultados fortuitos, todo empieza a cobrar el aspecto de una gran celada contra los compradores asiáticos que acumularon papeles mientras bajaban con la esperanza del repunte americano, que es hoy cada vez más improbable. Atrapados en el limbo, no pueden vender aunque vayan en picada, pues su juego los arrastraría con USA cuesta abajo. Tampoco pueden quedarse más tiempo con papeles que arden, pues ya nadie espera milagros.
"La verdad es que con todos estos recortes en la tasa de descuento, la Fed se está quedando sin balas… para cuando tenga que salir en realidad con algo más grande. A medida que el mercado intenta prolongar lo inevitable esto se pone peor", dijo J. Saluzzi, de la Themis Trading. También el Banco Central Europeo aceptó que de la crisis de los mercados financieros es poco probable que la zona euro escape sin daño, confesando su preocupación por las presiones inflacionarias que originan los altos precios de las materias primas, la volatilidad cambiaria y el hecho de intentar crecer en desaceleración económica y con una inflación constante.
Por lo que dicen los índices Dow Jones, Standard & Poor's 500 y Nasdaq, pareciera que ya nadie espera que la vacilante economía norteamericana, su casi colapsado sistema financiero y su exangüe moneda puedan remontar el vuelo, dado que la crisis crediticia alcanza ahora a inversionistas del mundo entero. El índice de Hong Kong cayó 5% y el Nikkei en un 5%; el Dax de Francfort cayó un 3,4%, el Cac de Paris bajó 2,6%, y el FTSE de Londres cayó 2,5 puntos, ocasionando una retracción de 85 millones de euros en las inversiones del grupo Siemens que ha debido anunciar menores ganancias, empujado a revisar proyectos en los departamentos de producción energética y movilidad en el sector industrial, así como sus servicios y soluciones de TI, con un derrumbe de 15 por ciento en sus acciones, y un impacto negativo que podría alcanzar los 900 millones de euros este primer trimestre. A Siemens no le queda otra que aligerar la empresa para intentar alcanzar a rivales más rentables como General Electric.
Entre tanto, mientras la inflación subía incontenible en USA y la manufactura caía a los peores estándares del 2001, junto a una pronunciada recesión, el empeoramiento de la crisis del crédito global del viernes último empujó a la Reserva Federal a tomar medidas antes sólo usadas durante la Gran Depresión de 1928, rebajando nuevamente su tasa de descuento a un cuarto de punto porcentual y ampliando el número de financieras que podían pedir directamente fondos efectivos suficientes para un nuevo respiro.
Cuando Alan Schwartz -presidente ejecutivo de la Bear Stearns- dijo que la empresa tenía cerca de 17.000 millones de dólares en exceso mintió, por eso nadie se explicó cómo pudieron bajar sus acciones de 50 a 30 dólares y luego en una noche a 2 dólares, el JP Morgan Chase, por su cuenta y riesgo, so pretexto de evitarles una estrepitosa caída, pacta con la Fed “una operación de emergencia” para salvarles, aprovechó el pánico para comérsela, en medio de un confuso efecto dominó generado entre las acciones financieras, con pérdidas del 90, 22 y 11 por ciento de la Bear, Lehman y PMI. Sin embargo, éste que el JP Morgan pudo considerar en su mejor momento como “un excelente negocio”, ha puesto en riesgo al resto de bancos, que deberán ajustar sus valuaciones hasta un 50 %”, dijo Meredith Whitney, de Oppenheimer & Co.
Más allá de las actitudes dolosas o negligentes o de los resultados fortuitos, todo empieza a cobrar el aspecto de una gran celada contra los compradores asiáticos que acumularon papeles mientras bajaban con la esperanza del repunte americano, que es hoy cada vez más improbable. Atrapados en el limbo, no pueden vender aunque vayan en picada, pues su juego los arrastraría con USA cuesta abajo. Tampoco pueden quedarse más tiempo con papeles que arden, pues ya nadie espera milagros.
"La verdad es que con todos estos recortes en la tasa de descuento, la Fed se está quedando sin balas… para cuando tenga que salir en realidad con algo más grande. A medida que el mercado intenta prolongar lo inevitable esto se pone peor", dijo J. Saluzzi, de la Themis Trading. También el Banco Central Europeo aceptó que de la crisis de los mercados financieros es poco probable que la zona euro escape sin daño, confesando su preocupación por las presiones inflacionarias que originan los altos precios de las materias primas, la volatilidad cambiaria y el hecho de intentar crecer en desaceleración económica y con una inflación constante.
Al se le ha encomendado contener la inflación en el 2%, por eso ha mantenido sus tasas de interés estables en el cuatro por ciento, pese a que otros han flexibilizado sus políticas.
Labels: caída financiera en serie, etc, Europa y Asia, por América, una nueva estafa financiera
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