El Clan Dulles, la CIA, McCarthy y el terrorismo de Estado
Por Facundo Bazán
Allen W. Dulles, 1893-1969, primer director civil CIA, cargo que desempeñó por más tiempo que ninguno. Hermano menor del Secretario de Estado de Dwight Eisenhower, fue nieto y sobrino de otros dos secretarios de Estado. Y hermano de una diplomática, y tío de un jesuita Cardenal Católico en los Estados Unidos.
Nombrado por William J. Donovan como cabeza de operaciones en Nueva York para la Coordinadora de Información (COI), con sede en el Rockefeller Center, contratado por el M16 Británico, ese organismo fue precursor de la Oficina de Servicios Estratégicos.
Transferido a Suiza, hasta el fin de la Segunda Guerra Mundial, trabajó en la Operación Sunrise, que los soviéticos trataron en la serie Diecisiete momentos de primavera. También investigó planes y actividades alemanas con éxito, gracias a que un diplomático alemán anti-nazi le proporcionó documentos sobre los nombres de los espías alemanes activos y los planes del avión de combate Messerchsmitt Me 262.
Durante la Guerra Fría logró merced a acuerdos secretos la colaboración de la mayoría de los científicos nazis para la producción de armas estratégicas, en la llamada Operación Paperclip. De fuertes vínculos republicanos, fue consejero jefe del candidato republicano Thomas E. Dewey en 1948, y en 1953, primer director civil de la C.I.A., parte importante de la política anticomunista de seguridad Eisenhower, o “New look”.
Por eso, cuando el senador republicano Joseph Raymund McCarthy inició sus escandalosas investigaciones anti-comunistas en los Estados Unidos, a nadie sorprendió que empezara por la CIA como primer blanco, para demostrar su absoluta confiabilidad, puesto que nunca nadie pudo lograr demostrar nada, ni el propio McCarthy.
No obstante, el proceso macartista comprometió información confidencial que Dullens manejaba secretamente sobre las Operaciones Sinsonte ( sobre el rol de los medios de comunicación en Estados Unidos para modelar la conciencia colectiva, aprovechando la neurolingüística, o negociación interpersonal generadora de vínculos, actitudes, gestos y posturas por la manipulación de los deseos compulsivos a los que el receptor cede, y la programación neurolingüística, o exploración de los programas de comportamiento individual creados, aplicados y retroalimentados repetidamente a partir del producto sintético de los datos de la percepción, los comportamientos circundantes y los códigos verbales profundos, capaces de identificar y enchufar con canales de comunicación directa e irresistible del inconsciente receptor.
Pero Dullens también manejaba la Operación MK Ultra, sobre control mental dirigido por Sydney Gottlieb o Joseph Scheneider, Phd en psiquiatría y química, especialista en terapia del discurso, experto en venenos sicoactivos, que fue ampliamente conocido por los venenos letales que elaboraba con financiamiento de la Fundación Rockefeller y la CIA, para matar o controlar la mente usando LSD o sus variantes, hasta aplastar la psique a punto de no resistencia. Todo este capítulo “dio inicio al terrorífico período no sólo del control mental individual, colectivo y mediático a partir de venenos, del lenguaje y sus estructuras profundas, sino al de las peores persecuciones y restricciones sufridas en los Estados Unidos contra las libertades civiles y políticas de pensamiento y de expresión. Uno de los alicientes mayores detrás de los que se escondieron los que hicieron de los Estados Unidos un inmenso laboratorio para toda serie de experimentos era la supuesta ventaja de la URSS en la investigación de fenómenos paranormales como control mental y visión remota.
A partir de ese momento, Dullens en vez de concentrarse en sicosociales anticomunistas dentro de los Estados Unidos, empieza operaciones internacionales como la Ajax, que tuvo éxito en el derrocamiento del primer ministro iraní Mohammed Mossadegh en 1953, y en la del presidente socialista Arbenz en Guatemala, en 1954, y sus fallidas Operaciones 40, Bahía de Cochinos y la del reiterado intento de asesinato contra el líder socialista Fidel Castro y el General iraquí Abdul Karim Qassim, sin embargo, puestas al descubierto, junto con la ralea de los agentes que les prestaban servicios desde la Mafia y los anticastristas cubanos, todos tan corruptos como la propia CIA y los regímenes políticos que impusieron en Irán y Guatemala.
Ante el constante escándalo que escapaba a la dirección del régimen oficial norteamericano, Kennedy les criticó acremente, obligándoles a renunciar, tras el mundialmente estrepitoso fracaso de Bahía de Cochinos, en septiembre de 1961, antes de que todo fuera puesto al descubierto junto a las operaciones, los directores, los esbirros y los regímenes pro-yanquis que apoyaban por todas partes a la caza de petróleo y uranio.
Casualmente, dos años después, el sucesor del asesinado Presidente Kennedy, Lyndon B. Johnson, nombró a Dullens miembro de la Comisión Warren, para investigar quién había matado a quien le había obligado vergonzosamente a dimitir de modo tan poco decoroso hacía poco.
Nombrado por William J. Donovan como cabeza de operaciones en Nueva York para la Coordinadora de Información (COI), con sede en el Rockefeller Center, contratado por el M16 Británico, ese organismo fue precursor de la Oficina de Servicios Estratégicos.
Transferido a Suiza, hasta el fin de la Segunda Guerra Mundial, trabajó en la Operación Sunrise, que los soviéticos trataron en la serie Diecisiete momentos de primavera. También investigó planes y actividades alemanas con éxito, gracias a que un diplomático alemán anti-nazi le proporcionó documentos sobre los nombres de los espías alemanes activos y los planes del avión de combate Messerchsmitt Me 262.
Durante la Guerra Fría logró merced a acuerdos secretos la colaboración de la mayoría de los científicos nazis para la producción de armas estratégicas, en la llamada Operación Paperclip. De fuertes vínculos republicanos, fue consejero jefe del candidato republicano Thomas E. Dewey en 1948, y en 1953, primer director civil de la C.I.A., parte importante de la política anticomunista de seguridad Eisenhower, o “New look”.
Por eso, cuando el senador republicano Joseph Raymund McCarthy inició sus escandalosas investigaciones anti-comunistas en los Estados Unidos, a nadie sorprendió que empezara por la CIA como primer blanco, para demostrar su absoluta confiabilidad, puesto que nunca nadie pudo lograr demostrar nada, ni el propio McCarthy.
No obstante, el proceso macartista comprometió información confidencial que Dullens manejaba secretamente sobre las Operaciones Sinsonte ( sobre el rol de los medios de comunicación en Estados Unidos para modelar la conciencia colectiva, aprovechando la neurolingüística, o negociación interpersonal generadora de vínculos, actitudes, gestos y posturas por la manipulación de los deseos compulsivos a los que el receptor cede, y la programación neurolingüística, o exploración de los programas de comportamiento individual creados, aplicados y retroalimentados repetidamente a partir del producto sintético de los datos de la percepción, los comportamientos circundantes y los códigos verbales profundos, capaces de identificar y enchufar con canales de comunicación directa e irresistible del inconsciente receptor.
Pero Dullens también manejaba la Operación MK Ultra, sobre control mental dirigido por Sydney Gottlieb o Joseph Scheneider, Phd en psiquiatría y química, especialista en terapia del discurso, experto en venenos sicoactivos, que fue ampliamente conocido por los venenos letales que elaboraba con financiamiento de la Fundación Rockefeller y la CIA, para matar o controlar la mente usando LSD o sus variantes, hasta aplastar la psique a punto de no resistencia. Todo este capítulo “dio inicio al terrorífico período no sólo del control mental individual, colectivo y mediático a partir de venenos, del lenguaje y sus estructuras profundas, sino al de las peores persecuciones y restricciones sufridas en los Estados Unidos contra las libertades civiles y políticas de pensamiento y de expresión. Uno de los alicientes mayores detrás de los que se escondieron los que hicieron de los Estados Unidos un inmenso laboratorio para toda serie de experimentos era la supuesta ventaja de la URSS en la investigación de fenómenos paranormales como control mental y visión remota.
A partir de ese momento, Dullens en vez de concentrarse en sicosociales anticomunistas dentro de los Estados Unidos, empieza operaciones internacionales como la Ajax, que tuvo éxito en el derrocamiento del primer ministro iraní Mohammed Mossadegh en 1953, y en la del presidente socialista Arbenz en Guatemala, en 1954, y sus fallidas Operaciones 40, Bahía de Cochinos y la del reiterado intento de asesinato contra el líder socialista Fidel Castro y el General iraquí Abdul Karim Qassim, sin embargo, puestas al descubierto, junto con la ralea de los agentes que les prestaban servicios desde la Mafia y los anticastristas cubanos, todos tan corruptos como la propia CIA y los regímenes políticos que impusieron en Irán y Guatemala.
Ante el constante escándalo que escapaba a la dirección del régimen oficial norteamericano, Kennedy les criticó acremente, obligándoles a renunciar, tras el mundialmente estrepitoso fracaso de Bahía de Cochinos, en septiembre de 1961, antes de que todo fuera puesto al descubierto junto a las operaciones, los directores, los esbirros y los regímenes pro-yanquis que apoyaban por todas partes a la caza de petróleo y uranio.
Casualmente, dos años después, el sucesor del asesinado Presidente Kennedy, Lyndon B. Johnson, nombró a Dullens miembro de la Comisión Warren, para investigar quién había matado a quien le había obligado vergonzosamente a dimitir de modo tan poco decoroso hacía poco.
1 Comments:
Senado testimonio de la difícil de carácter Sydney Gottlieb puede encontrarse aquí.
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