Image hosted by Photobucket.com

Saturday, February 09, 2008

Dimes y Diretes entre el G7 y la OPE, por crack USA


Por Facundo Bazán


Mientras McCain sacaba -como argumento electoral contra las “posiciones débiles de los demócratas”- el tema de Irak como asunto de seguridad nacional ( que en el fondo, como todo el mundo sabe, es tan sólo una cuestión de petróleo, y no de Al Qaeda ) augurando catastróficas consecuencias si se fija fecha para la retirada de las tropas, que los altos mandos del Ejército y de la propia CIA aconsejan, desde Tokio, los líderes financieros del G7 aprovechaban la circunstancia para pedir a los exportadores mundiales de petróleo aumenten la producción de crudo para mantener el barril por debajo de los 100 dólares.

El borrador de un documento trascendido como oficial no contenía, en cambio, ninguna alusión a los tipos de cambio, tema que sin embargo se debate arduamente en las reuniones de estas horas. "Los precios elevados reflejan la creciente demanda mundial de petróleo, pero también hay que considerar las crecientes preocupaciones geopolíticas. Por ende, animamos a los productores a elevar su producción, aumentar la capacidad de las refinerías y mejorar la eficiencia energética", ante las sombrías perspectivas de la económica global "desafiante e incierta".

Pero desde Dubai, la OPEP, frente a la irreversible depreciación de la divisa estadounidense, contestaba que examina seriamente dejar de fijar el precio del petróleo en dólares, para usar más bien el Euro, en un proceso de transición inminente pero pausado, según afirmó el secretario general del cartel, Abdullah al-Badri : "quizás podría empezarse a hacer esto aunque llevará tiempo, porque así como hicieron falta dos guerras mundiales y más de cincuenta años para que el dólar se convirtiera en la divisa dominante, ahora es innegable que observamos la irrupción de otras divisas fuertes".

Estos comentarios se producen tras las demandas de varios miembros de la OPEP en la última cumbre, celebrada en Irán, en noviembre del 2007, para examinar los efectos de la depreciación del dólar en sus economías. De hecho, el presidente Hugo Chávez y, su homólogo iraní, Mahmoud Ahmadinejad, lideraron en aquella ocasión los llamamientos dentro del cartel para cortar los vínculos históricos entre petróleo y dólar. De hecho, Irán avanza en esa dirección y establece ya el precio de gran parte de sus exportaciones de crudo en euros. La controversia quedó abierta cuando el ministro de Asuntos Exteriores de Arabia Saudita, Saud Al-Faisal, advirtió de que el dólar podría sufrir un colapso mayor si se discutía públicamente los beneficios de poner fin al vinculo entre petróleo y dólar. "El mundo esta inquieto en la comunidad internacional", apuntó Al-Faisal.

Sin embargo, nadie puede negar que la depreciación constante del valor del dólar en el mercado abierto presiona comprometedoramente sobre el cartel de la OPEP, como nadie imaginó hace cinco años, ha dicho Fadel Gheit, analista del banco de inversión Oppenheimer : "Si la Opep hubiera cambiado al euro hace cinco años habría ganado centenares de miles de millones de dólares", apunta Gheit, favorable a que los propios productores desarrollen una divisa que refleje verdaderamente el suministro y demanda de petróleo.

Cuando en el mercado de divisas, el euro ( que había iniciado la jornada a la baja en la cota de 1,44 dólares tras aumentar las posibilidades de que el Banco Central Europeo (BCE) cambie próximamente su política monetaria ) subió con fuerza tras conocerse la noticia, alcanzando los 1,4520 dólares, el G7 no tardó en reiterar a sus socios el llamamiento a la unidad para superar el mal momento trabajando por la estabilización de los mercados globales, a la luz de la desaceleración económica, reconociendo que las situación podría ser aún mucho peor debido a que el mercado inmobiliario estadounidense (y todo lo construido sobre ello) sigue desmoronándose inexorablemente, pese a las medidas tomadas en USA y el mundo entero.
.
Aunque señalen que las bases sólidas de la economía estadounidense quizá escapen a la recesión y al clima de pesimismo y preocupación extremas vivido desde octubre, han admitido que las perspectivas de crecimiento han empeorado. Sus representantes explican que se prevé una relentización del crecimiento "en grados distintos" a corto plazo, subrayando el serio riesgo que supone el endurecimiento de las condiciones para la concesión de préstamos, lo que al disminuir la liquidez del consumidor, precipita una crisis comercial e industrial extensa, imposible de capearse regalando montos del FED para que el consumo interno no deje que USA no sea más el gran animador para las colocaciones de la producción mundial.

Aunque los bancos hayan aplicado inmediatamente medidas de contención a la política de préstamos, sus pérdidas podrían ascender a los 400.000 millones de dólares o más debido a las hipotecas incoobrables, en un círculo vicioso que provoca el cierre industrial y la quiebra financiera en masa. El economista jefe de Société Générale para Asia y el Pacífico, Glenn Maguire, opina que el G7 ofrece aún pocos detalles sobre cómo podría lograrse una acción coordinada de apoyo de la economía mundial cuando cada bloque trata de salvar lo que le sea posible para no ser arrastrado por los problemas internos de los Estados Unidos", dijo.

Dado que la inestabilidad financiera es seria y persistente y que todo augura un largo periodo de incertidumbre y de volatilidad continuada debido a los nuevos cálculos de riesgo, se emplaza a los bancos a asumir sus responsabilidades, a transparentar sus cuentas, a sincerar y hacer públicas sus pérdidas de una vez por todas para poder ajustar las cuentas y restablecer el funcionamiento normal de los mercados. "De ahora en adelante observaremos con gran detenimiento los acontecimientos, adoptando las medidas apropiadas, individual y colectivamente, para garantizar la estabilidad y el crecimiento", prosigue.

Sin embargo, estas promesas de colaboración para restaurar la salud del sistema financiero mundial contrastan con las divisiones y singularidades que cada país deja en claro sobre políticas fiscal y monetarias que anteponen a las pretensiones del G7. Hoy se podían oír, por ejemplo, voces europeas manifestando en privado su alarma por el recorte agresivo de tipos de interés aplicado por la Reserva Federal estadounidense. Esta rebaja y el paquete de alicientes fiscales aprobado por Washington amenazaba con abrir un sisma entre Estados Unidos y sus aliados sobre el modo de impedir una crisis crediticia que arrastraría al mundo a la recesión.

Para variar, el G7 pretende que China deba permitir al yuan re-preciarse más rápidamente, ya que los aliados consideran que un yuan débil da a China una ventaja comercial injusta. En ese sentido, piden a Beijing que incremente su inversión interna para reequilibrar la economía mundial.

Labels: , , ,

0 Comments:

Post a Comment

<< Home