Colofón del Crack : Tambores de Guerra Globales

Por Facundo Bazán

Mientras la ofensiva popular iraquí obliga a las fuerzas de seguridad a replegarse, y se perfila una guerra civil en Turquía, Uribe busca entronizar un conflicto continental con sus vecinos, un Bush -de salida del partido y del gobierno- y un Putín ascendido -a jefe de su partido y a primer ministro- insisten en apuntarse con misiles, mientras Israel e Irán afirman se "eliminarán".

A la afirmación de Ehud Barak, ministro de Defensa israelí, sobre su esfuerzo por combatir cualquier amenaza nuclear iraní, el Vice Ministro iraní, Mohamad Reza Hastían, respondió que a cualquier ataque israelí responderán "eliminándolo del mapa", en alusión a la expresión del difunto Ayatolá Jomeini. "Tenemos que prepararnos por si hay necesidad de tomar acción y no simplemente hablar”, precisó, en referencia a lo declarado por el Ministro Binyamin Ben Eliezer, acerca de que Israel destruiría a Irán.

Hay analistas que sostienen que Israel atacaría a Irán para finiquitar supuestas actividades para el desarrollo de armas nucleares, porque iraníes prominentes habrían declarado que un principio moral fundamental en el Irán Chií es respaldar a la milicia palestina que resiste a la paz.

Esos analistas sostienen que Washington prepara una salida militar si no pudieran eliminar por vía diplomática el supuesto riesgo nuclear del programa iraní para producir energía eléctrica. Pero, convencida como está Irán de que pese a ser el cuarto productor de petróleo en el mundo esta fuente dejará de ser rentable en breve en las condiciones del acelerado deterioro global del clima y del agua, no cederá el desarrollo de esta clase de programas futuristas porque Washington quiera el petróleo y el control geopolítico a favor de sus aliados.

El escenario para pasar de una guerra difusa y ecualizada a una conflagración mundial empieza a perfilarse con nitidez en el horizonte cercano a partir del desplome del sistema financiero y bancario mundial, del recorte comercial y de la desaceleración industrial y pérdida del trabajo y de la capacidad de consumo de los trabajadores del mundo. En el telón de fondo el sistema quebrado está jaqueado por la sublevación espontánea de proporciones que el alza de alimentos y el agotamiento del agua empiezan a generar por el mundo entero. Pero el sistema está seguro mientras no haya una coordinación internacionalista capaz de superar sus pequeñas diferencias y ponerse a la cabeza del proceso de pase inminente al socialismo mundial.