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Tuesday, July 25, 2006

El que a hierro mata a hierro muere


Sin energía no puede sostenerse una economía y crecer; las naciones imperialistas y las transnacionales lo saben; nosotros también. Por eso nuestros recursos los hacen fuertes y vulnerables a la vez, y a nosotros nos convierten en sus víctimas ahora y en sus liquidadores después.

Las fuentes energéticas del pasado son insuficientes para sostener el crecimiento acelerado y complejo del capitalismo de hoy. Mientras se esperan inversiones capaces de comprometerse con la producción de energía limpia a gran escala, a partir del hidrógeno, el petróleo seguirá siendo la pieza clave del juego imperialista. El G-8 necesita abundante petróleo barato para alejar de sí la recesión y mantener el crecimiento que la globalización requiere en su punto de quiebre.

El Imperio en edificación se abre paso absorbiendo y reduciendo el tablero mundial a una unidad forzada. Sus recursos más usados son : a) incorporar como socias menores a las clases altas de las naciones sometidas para controlar a los pueblos con la colaboración de las capas medias, los ejércitos y los burócratas; b) vender la idea de desarrollo como integración hacia afuera; c) exaltar la competitividad entre desiguales, en el modelo de descapitalización, dependencia, disgregación y depredación vigentes; d) aprovechar el narco-terrorismo, el anarco-terrorismo, el etno-terrorismo, y el terrorismo-fundamentalista como pretexto para ecualizar conflictos con guerras difusas de baja intensidad.

La guerra por el control petrolero trae el alza que las transnacionales y la gran banca resienten. Al aumentar sus costos de producción y comercialización se reducen la ganancia, la plusvalía y el ritmo de retorno de los capitales. Apuntalar geopolíticamente a Israel, Turquía, Pakistán, México, Chile o Brasil, resulta caro pero inevitable, si quiere poderse contener el arresto especulativo de las burguesías petroquímicas asociadas al imperialismo norteamericano pero en pugna con él.

Las Bolsas registran el pánico de los inversionistas en medio de una economía que invierte en el riesgo y especula con él. El “efecto islandia”, que han provocado, tiene como una de sus consecuencias, la corrida del barril de crudo a 100 dólares antes de fin de año, a no ser que suelten sus existencias para contener la crecida. La rabiosa explotación aurífera de refugio y la búsqueda de nuevos pozos beneficiará a productores ajenos a las zonas de conflicto.

Ningún Estado puede perseguir delincuentes en territorio ajeno sin declararle la guerra al Estado invadido y al orden internacional. Los Estados gobiernan sus relaciones con Tratados de altura Constitucional. Su adherencia a ellos garantiza el principio de intangibilidad jurisidiccional en que se basa el sistema positivo. Ahora, a los pies del abuso imperial-sionista, yace muerto el sueño kantiano de un mundo que alcanzaría la libertad, la justicia y la paz perpetuas, por la buena fé. Los rabiosos defensores de los Derechos Humanos les han matado otra vez, con bombas y silencio.

Paremos la guerra en el medio y lejano Oriente aislando a los colaboracionistas y conservadores dentro de las naciones petroleras. Demandemos a nuestros gobiernos cuestionar sus relaciones con los Estados del G8 que avalen a Israel. Denunciemos a la ONU, bloques mundiales y Estados cómplices. Movilicemos a los pacifistas simultáneamente en todo el orbe. Demandemos a los medios no ocultar la verdad. Mundialicemos la solidaridad internacionalista.

El perro sarnoso busca su cola para rascarse furiosamente, pero al hacerlo sangra y exacerba su cuadro vicioso para volver a empezar hasta el delirio, arrastrándonos a todos en su picor. Digamos: NO !

Yanacocha: negociación o huelga

Mientras la acordada segunda huelga espera su implementación inmediata, la vigencia del Convenio Colectivo actual se acerca a su fin en febrero del 2007. La patronal sabe que la fortaleza sindical ganada nos coloca en condiciones de arrancarle las mejoras que compensarán las sobreganancias que el oro les produce en el mercado actual.

Pese a los $ 720 la onza, la patronal se niega a reconocer la bonificación extraordinaria demandada, a eliminar la insultante discriminación salarial vigente y las jornadas atípicas, del mismo modo en que el Estado se niega a reconocerles la plenitud de sus derechos a los cc. contratados por las servis, de lo que se benefician las mineras especialmente.

La exitosa huelga de comienzos de año ha obligado a la empresa a encubrir su intransigencia con un doble juego, para impedirnos vencer en el próximo convenio colectivo : por un lado, enfría las reposiciones y reincorporaciones de los despedidos en franca hostilidad, mientras encubre su mañosa campaña antisindical comprando la desafiliación a trabajadores desprevenidos por unas cuantas mugrientas pesetas, e intentando, por otro lado, contentarnos con una gratificación extraordinaria de s/. 1080 y un aumento de 140 soles en promedio para las cuatro escalas más bajas y de 266 soles para las tres de mayor ingreso, vigentes desde el 1° de junio.

Pero como la Newmont planea quedarse 90 años más del mismo modo, Wayne Murdy, su más alto directivo, se dedica a controlar los Diarios El Clarín, El Mercurio y Panorama Cajamarquino, el aparato de justicia y la policía nacional, instrumentando a la Solapada Trinidad compuesta por César Humberto Cabrera, miembro del Partido Socialista de los Trabajadores, Dante Vera, Diezcansequista conocido, y a Germán Merino, ex militante del Partido Comunista "Unidad".

Dado que Yanacocha financió en gran parte la campaña de García, el comprometido régimen ha garantizado “el estado de derecho a sangre y fuego”. El vicepresidente Luis Giampietri, marino fujimorista, vinculado a la violación de los derechos humanos, es su mayor garantía.

Y porque las empresas mineras no permitirán un nuevo Tambo Grande o C. Quilish; organicemos mejor al pueblo, en nombre de los cc. caídos en la lucha : José Yajahunaca Adriazén, Juan Montenegro Lingán, Reemberto Herrera y Melanio García, ¡ Siempre Presentes !

¡ Sin sindicato el trabajador es débil !
¡ Nada de veneno en papel de caramelo !
¡ Unidos todo lo podemos, aislados nada !
¡ Los beneficios no se mendigan, se ganan !
¡ Ninguna promesa es buena en boca de lobo !
¡ Sin igualdad de condiciones ningún negocio es justo !
¡ Rechacemos las patrañas de Llúncor, Encalada y Minera Yanacocha !

Superrealismo y Marxismo en la Historia

No son pocos lo que convienen que 1928 fue el viraje de la cultura occidental en materia de arte y literatura. Luego del Simbolismo, las bases del Racionalismo se conmovieron por el compromiso de quienes aspiraban a construir un espacio de libertad efectiva para la redención humana a través del más sincero e irracional arte posible :el Surrealismo.

El proceso artístico europeo había agotado sus energías espirituales como reflejo de la crisis que significó la Primera Guerra Mundial y el preludio de la siguiente. No sólo se trataba de una decadencia moral, era ante todo la confrontación interna de procesos socio económicos, que parecían anunciar el inminente fin del capitalismo, y alrededor del cual surgió el comunismo como superación del pensamiento moderno. Del debate sobre los temas más profundos del hombre, la cultura y su naturaleza, no quedó excluida la experiencia del subconsciente.

Este término, utilizado -de manera amplia y con fines científicos- por el psiquiatra austriaco Sigmund Freud, influyó decisivamente en el arte moderno, poniendo sobre el tapete expresivo la necesidad de la más radical sinceridad, y la necesidad de construir una realidad capz de conciliar el sueño y la vigilia, la fantasía y la realidad, la vida y la muerte, consciente y subconsciente. Los surrealistas pensaron un mundo en que el hombre quedara liberado de los contenidos oscuros de la mente, como en una luminosa excursión por nuestras fantasías.

Además de los otros grupos literarios e intelectuales, el Surrealismo fue justificado, además del soporte dialéctico materialista de Marx, por nuevas teorías en comunicaciones y sociología. Los surrealistas, no en vano, participaron activamente de las luchas revolucionarias de la época : la Guerra Civil Española, la defensa del proceso revolucionario ruso, la Resistencia Francesa Antifascista, etc. Estos movimientos y teorías parecían augurar el triunfo del movimiento rebelde.

El surrealismo, como idea artística, procede de un largo y noble linaje en la literatura: Alighieri, Rimbaud, Baudelaire. En la pintura: Dalí, El Bosco, Rousseau, el Aduanero, etc. Estos antecedentes significan que hubo subversión dentro de la tradición. André Bretón dijo: “Para nosotros, 'el trasformar el mundo' de Marx y el 'Cambiar la vida' de Rimbaud... son uno solo.”

Sobre la huelga de masas, el partido y los sindicatos

“Contra el oportunismo reinante, la medida de la madurez de las relaciones de clase y de la fuerza del proletariado y sus aliados no reside en las estadísticas sindicales o electorales, sino en los acontecimientos de la Revolución en curso”. Así es como, Rosa Luxemburgo, en “Huelga de masas, partido y sindicatos”, hace exactamente cien años, extrajo del fracaso revolucionario ruso de 1905-1906, valiosas enseñanzas para superar el economicismo sindical y el oportunismo parlamentario.

En 1905, aterrorizados dirigentes sindicales entraron en contradicción con el Partido Socialista Alemán, porque incluyó entre el arsenal de sus armas potenciales, el llamado a una huelga de masas, en caso que el gobierno restringiera el derecho al voto. El Congreso Sindical de Colonia consideró que esa discusión teórica era “jugar con fuego” y la rechazó. Luego, ambos la enterraron.

En 1906, Rosa dejó su arresto polaco para ir a Finlandia y reunirse con Lenin y los bolcheviques, sus pares en teoría y acción. Agosto lo pasó escribiendo el folleto. Vuelta a Alemania, intentó persuadir sin éxito al PSD contra su capitulación ante los sindicatos. Hasta ese momento casi todos las declaraciones del socialismo internacional sobre el tema databan de 1873, época en que Engels criticó los errores bakuninistas en estos términos : “En el programa bakuninista, la huelga general es la palanca para desencadenar la revolución social : una buena mañana, los obreros de todos los gremios de un país y del mundo dejan el trabajo y, en cuatro semanas a lo sumo, obligan a las clases poseedoras a darse por vencidas o a atacarlos, dándoles el derecho y la ocasión a defenderse y derribar toda la vieja organización social”.

La idea no era nueva. Implementada por los socialistas franceses y los belgas, desde 1848. También la usaron los fabriles del norte de Inglaterra en 1842, luego de la crisis de 1837-1839. Así, más tarde, los aliancistas suizos el 1º de septiembre de 1873. Pero, el reconocimiento de que para aplicarla hacía falta una organización obrera perfecta creaba dificultades teóricas. Si se dejaba envalentonarse a los gobiernos, estos jamás permitirían que la organización y las cajas obreras llegaran más lejos; pero si, llegara a considerase que los abusos políticos de las clases gobernantes facilitan por sí mismos la emancipación, entonces ella llegaría mucho antes de que el proletariado reúna esos fondos gigantescos y la organización ideal. Y si llegara a disponer de ambos, no sería necesaria la huelga general para alcanzar la meta”.

He ahí contrapuestas la conspiración y la lucha política cotidiana de la clase obrera frente a la teoría anarquista que hace de la huelga general el medio exclusivo para desencadenar la revolución. La ortodoxia marxista previno al movimiento obrero contra el anarquismo, afirmándolo en la lucha política; pero la Revolución Rusa trajo una revisión radical de este razonamiento, pues, por primera vez en la historia se logró una grandiosa concreción a partir de la huelga general de masas. De esto no se desprende que las tácticas de Marx y Engels fueran falsas, o que fuera incorrecta su crítica del anarquismo. Al contrario, sus tácticas producen en Rusia nuevos factores y nuevas condiciones en la lucha de clases. La Revolución Rusa no reivindica al anarquismo sino que lo liquida históricamente.

Una tendencia “revolucionaria”, basada enteramente en el terror, en el “primer golpe” y en la “acción directa”, llama al patíbulo a un proletariado poco educado, sin derechos políticos y con organizaciones extremadamente débiles, en la lucha de multicolor complejo de intereses, y de extrema brutalidad en el uso de la violencia por parte del régimen dominante.


(continuará) ...

Monday, July 03, 2006

Del dicho al hecho hay mucho trecho


En la contradicción entre el ideal dominante de una época y la realidad social concreta se expresa el paso de la esperanza a la necesidad histórica, y el de la enunciación consciente de un programa de negaciones realizables a la realización consecuente de transformaciones políticamente inevitables.

La promesa de una sociedad en que el Estado se diluye a favor de relaciones igualitarias entre productores libres en el mercado habría de liberar, por la revolución técnica y educativa, las fuerzas del progreso, erradicando -en un ambiente de colaboración y paz perpetuas- el colonialismo y la guerra entre naciones. No obstante, esta propuesta no pudo ser cumplida en las condiciones del comercio y la industria capitalistas, ellas evidencian la entrada a un modo de divinizar lo que se posee como propio, tornando a la vieja jungla bajo el aspecto del nuevo mercado como forma inevitable de la evolución, y como argumento de una farsa que nos asigna roles no aceptados.

La Burguesía traiciona así su sueño, dedicada a reducir la Economía y el Derecho a sus intereses antisociales. Lo dicho por David Ricardo (padre de la Economía Política burguesa), acerca de que el salario es proporcional al tiempo laborado o al volumen producido, o de que es el medio idóneo para la participación obrera en la riqueza social, es una mentira descomunal. La propuesta liberal contrasta brutalmente con la realidad a la que son condenados los trabajadores del campo y la industria : supresión de toda forma de estabilidad en el empleo, alargamiento innecesario de la jornada, reducción del salario o vuelta al pago en especie, pese al aumento de la productividad con las máquinas, a la multiplicación de las ganancias con la integración forzosa de los mercados, o a la disminución del trabajo en la lista de los costos generales en la empresa post-industrial.

En virtud del contraste entre promesa y realidad, los luchadores suelen adoptar tres actitudes : 1) la de la desesperanza y exasperación anarco-terrorista, que suplanta la acción política de la clase obrera con la violencia de grupos automarginados de la contienda social; 2) la del romanticismo, que rechaza la desdicha contemporánea en nombre de la vuelta a relaciones colectivistas preindustriales; y 3) la de los socialistas científicos, que continúan la tarea modernizadora superando el discurso de la Ilustración, a partir de las nuevas condiciones de lucha. Por eso el Proletariado no puede prefigurar “su” sociedad negando todo orden, volviendo atrás, o ajustándose al orden actual. Toda ensoñación utópica o culturalista ha de transformarse en doctrina de las condiciones, leyes y soportes para la acción programática, asunto sólo aprendido con Marx, por la crítica teórica y la práctica transformadora, fusionados la ciencia y el movimiento social con el internacionalismo radical de la clase obrera.

Que no nos resulte extraño, pues, o nos llame a derrotismo que los capitales del imperio del norte y sus socios locales ultimaran a caballazo limpio -bajo el pretexto de “intereses nacionales”- el TLC, nueva agresión contra el campesinado, condenado a proletarizarse, y contra los pobres de la ciudad, con el alza inminente de las medicinas y la limitación de los derechos laborales a sólo cinco elementales. Es la hora de los grandes negocios; la burguesía prepara una legislación de excepción, que precariza aún más las condiciones de empleo relacionado con la promoción de la exportación. Detrás de esta avanzadilla, sin embargo, viene más. La privatización de puertos y aeropuertos anticipa la firma de CONVEMAR. Ese Tratado nos obligará a compartir como condominio universal 188 de nuestras 200 millas de mar territorial, declarado de interés global por sus impulsores, como han hecho con nuestras selvas, bosques, ríos y reservas en biodiversidad, gas y petróleo.

La crónica de esta traición rubricada con 79 votos a favor y 14 en contra ha sido sellada con las declaraciones del nuevo mandatario y del secretario general del APRA, asegurando la segunda ratificación y la implementación del anunciado "Plan Perú" con el que militarizarán las regiones por donde pasarán las carreteras transoceánicas del norte y del sur para depredar los bosques amazónicos y llevarse el gas y el petróleo contra la resistencia popular. Los resultados demostraron que la ineficacia de las tácticas dilatorias usadas (como "TLC Así No", "negociemos y discutamos más”, "no todo puede ser malo", “emplacémos a las burocracias gremiales, ya”) entregaron a oscuros técnicos rentados la iniciativa para definir la situación a su antojo, desmovilizando, desinformando y desarmando a la clase obrera, única capaz de repeler el golpe.

De nada sirve cambiarle de nombre al TLC o anunciar más mediaciones vacilantes. La agresión consumada acumula contradicciones que obligan al nuevo régimen a alianzas cavernarias, y al proletariado a preparar el congreso nacional de la CGTP para noviembre, a presentar el pliego único minero, a conquistar nuevas reivindicaciones como salarios con estándares internacionales, jornada legal de menos horas, paro forzoso pagado, indemnización expeditiva por despido y enfermedad laboral, jubilación obrera universal con 20 años, eliminación de las subcontratas, libre sindicalización, subsidio al desempleo, plan de vivienda obrera, readecuación y capacitación laboral pagadas, en ruta a la construcción de un partido obrero (con obreros), al Congreso de Reunificación de las Izquierdas, al levantamiento de un Programa de Transición para la concreción de reivindicaciones nacional-democráticas mínimas, y a la preparación de la Huelga Política General, camino a la solución histórica de las contradicciones que el capitalismo exacerba.

No todo lo que brilla es oro


El gobernador del Banco Central Europeo, Jean Claude Trichet, sugirió a la Unión Europea adoptar reformas estructurales urgentes que permitan la mejora del funcionamiento del mercado de trabajo, el aumento de la competitividad y de la eficiencia, la creación de entornos económicos "amistosos" e “inteligentes” para recuperar la ventaja que desde los años ochenta duplicó EE.UU. capitalizando la caída del Muro de Berlín. En esa línea la reciente Asamblea de Viena sirvió para diseñar tácticas de control sobre las consecuencias del “Efecto Islandia”, que –no bien llegado- ha incinerado las ganancias de todo lo que va del año en las Bolsas de Valores, reeditando los devastadores efectos del Setiembre Negro de 1992, que aún no terminan.

En consecuencias a la subida del petróleo a 75 dólares el barril de crudo, como efecto de la guerra en Afaganistán e Irak, y la inestabilidad económica introducida por la insurrección de los jornaleros del campo en Turquía y el recrudecimiento de focos de tensión en Corea del Norte, Irán y Palestina, se suman la volatilidad de los capitales invertidos en la gestión de riesgos y en el gran negocio inmobiliario. Ello significa que la industria químico-farmacológica y la de tecnologías de guerra son, junto al oro y la intensificación del comercio internacional, las únicas áreas donde el capital mundial puede seguir expandiéndose bajo amenaza, sin embargo, de colapso inminente.

La neomercantil demanda de oro persiste, en última instancia, como alternativa a la crisis petrolera mundial. El creciente precio de éste hace que incluso minas con 0.01 onzas de recuperación por tonelada de material extraído sigan siendo rentables. El paso de la minería del oro con mercurio -de baja eficiencia (40%) e impactos ambientales visibles a corto plazo- a la minería del oro con cianuro -más eficiente (97%) pero incalculablemente más tóxica a largo plazo- empeora la situación con vinculaciones a socias locales incondicionales y a corruptelas gubernamentales evidentes.

Cuestionadas en sus países de origen por sus inevitables descargas de plomo, mercurio, cianuro y otros metales pesados al ambiente, las líderes extractivas transnacionales mudan sus venenosas actividades hacia naciones con menor resistencia administrativa y social, donde bajo el argumento de la crisis económica atraen capitales a cualquier costo, obviando la agresividad estratégica de las corporaciones mineras.

Según datos de la Administración Técnica del Distrito de Riego de Cajamarca, por ejemplo, en Marzo del 2003 el caudal del río Grande era de 636.6 litros por segundo, en tanto que en Agosto del 2004 era de 154.55 litros por segundo. Probado está entonces que la expansión minera en la cabecera de la cuenca tiene una relación inversa a la cantidad y calidad del flujo acuífero. La Defensoría del Pueblo, la Fiscalía de Prevención del Delito, el Gobierno y la Prefectura Regionales, la Dirección Regional de Energía y Minas, Agricultura, INRENA, y la Municipalidad Provincial de Cajamarca, y su Gerencia de Recursos Naturales y Medio Ambiente, no ven, no oyen, “no saben” ni atienden las denuncias que los agricultores, ganaderos y población presentan sin cesar.

A diecisiete compañías norteamericanas, a cuya cabeza se halla la Newmont Mining Corporation, dueña de Yanacocha, con sede en Denver, Reno, Colorado y Nevada, se suman catorce mineras canadienses lideradas por la Barrick Gold Corporation de Toronto y otras de Vancouver y Montreal. Seis empresas sudafricanas encabezadas por la Gold Fields Limited de Johannesburgo, explora aquí en Hualgayoc contra la voluntad popular. Todas extraen oro y contaminan en abierta violación al Convenio 169 de la OIT. Entre estas se encuentra también la peruana Buenaventura.

V. I. Lenin, “Sobre el papel del Partido Obrero”


¿Cuál es la necesidad de tener Partidos Obreros si no están integrados por toda la clase?

En la época del capitalismo, cuando las masas obreras son sometidas a una incesante explotación y no pueden desarrollar sus capacidades, lo más característico es que tales Partidos sólo abarquen a una minoría de su clase, puesto que los verdaderamente conscientes no constituyen mayoría. Pero sólo esta minoría consciente y organizada puede dirigir a las grandes masas obreras, se reconozcan o no Partidos.

¿Por qué si el rol de los Partidos Obreros es tan noble hay quienes rechazan conformarlos?

Tanner y los Shop Stewards (Trabajadores Industriales del Mundo) aceptan nuestras resoluciones respecto al rol de estas minorías, pero se niegan a emplear la denominación “Partido”, porque entre los ingleses existe un rechazo feroz contra ellos, como sinónimos de parlamentarismo traidor a la clase obrera.

¿Entonces cuál sería la salida si sobre estas minorías se tienen tantas dudas y malos antecedentes?

Necesitamos partidos nuevos, partidos distintos, partidos obreros. Partidos que estén en contacto efectivo y permanente con las masas y que sepan dirigirlas con tácticas surgidas de la investigación y del estudio y debate más serios, seguidos de resoluciones obligatorias, basadas en la libertad de crítica y de acción. Si esta minoría es en verdad consciente y sabe educar y llevar tras de sí a las masas dando respuesta teórica y práctica a cada una de las cuestiones del orden del día, entonces esa minoría es en esencia el partido, aunque no se la quiera llamar así. Si, por el contrario, estas minorías no saben dirigir a las masas y vincularse estrechamente con ellas, no es un partido y, en general no tiene ningún valor aunque se denomine Partido Obrero o Consejo Nacional de Delegados de Fábrica.